Un reciente reporte del Banco Mundial critica la política de Ecuador de mantener los subsidios a los combustibles, calificándolos como “un vestigio del pasado” que perjudica la economía del país. El informe advierte que estos subsidios fomentan el uso ineficiente de los recursos y afectan negativamente la estabilidad fiscal.

El análisis del Banco Mundial señala que los subsidios contribuyen a que el crecimiento económico siga siendo esquivo, lo que resulta en un aumento de la pobreza y un deterioro en la calidad del empleo. Al revisar la situación económica de Ecuador, el informe indica que en 2014, durante el auge de los precios del petróleo, el crecimiento del país se basó en una “expansión insostenible del gasto público”.

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El documento también menciona que Ecuador “desmanteló sus fondos soberanos de petróleo, acumuló nueva deuda y dejó de pagar la anterior, para costear un amplio programa de inversión pública”. Sin embargo, el Banco Mundial considera que los beneficios económicos y sociales a mediano plazo de este programa de inversión pública “parecen limitados”.

En consecuencia, el Banco Mundial exhorta a las autoridades ecuatorianas a imponer orden en las cuentas públicas para superar el estancamiento económico. Para ello, recomienda que el sector privado se convierta en el motor del país, sugiriendo mantener una senda fiscal sostenible, eliminar la rigidez de las políticas que afectan al sector privado, incluyendo las laborales, y desarrollar el potencial de tres sectores clave: minería, agricultura y turismo.

El Banco Mundial subraya que lograr la sostenibilidad fiscal, es decir, reducir el déficit en el presupuesto, es esencial para asegurar un crecimiento económico sostenible en Ecuador.