Desde fósiles de dinosaurios en Brasil hasta los elevados monasterios de Meteora, en Grecia, 18 nuevos sitios geológicos fueron agregados a la lista de Geoparques de la Unesco.
Estos lugares resaltan el patrimonio natural, cultural e intangible de las regiones en donde se encuentran.
En algunos de ellos el público puede encontrar lagos kársticos de aguas cristalinas y archipiélagos formados durante la última Edad de Hielo. Son espacios con características geológicas únicas.
“Los Geoparques Mundiales de la Unesco representan paisajes donde el patrimonio geológico de importancia internacional se entrelaza con la historia humana y sustenta una rica biodiversidad”, explica António Abreu, director de la División de Ciencias Ecológicas y de la Tierra de la Unesco.
“Cada nuevo geoparque cuenta una historia única, utilizando la geología como lente”, agregó.
En esta nota, BBC Mundo resalta cinco de esos geoparques nuevos que se deberían visitar al menos una vez en la vida.
1. Uberaba, Brasil
Conocida como la “Tierra de los Gigantes” por el rico patrimonio paleontológico que allí se encuentra, este nuevo geoparque incluye la ciudad de Uberaba, en el sureste de Brasil.
Contiene impresionantes formaciones geológicas, incluidas las cadenas montañosas de Serra da Galga y Serra Geral, que se formaron por flujos de basalto y cuentan la historia de antiguas erupciones volcánicas.
También hay aquí más de 10.000 fósiles de dinosaurios y otras formas de vida prehistóricas, así como una tradición agrícola del siglo XIX, en la que se utiliza una raza de ganado única que produce menores emisiones de CO2 y contribuye a la preservación ecológica de la zona.
Varias “rutas” temáticas o itinerarios sugeridos permiten a los visitantes experimentar las características geológicas y culturales únicas de la zona.
Una ruta de museos dirige a los turistas a sitios como el Centro de Investigaciones Paleontológicas y el Museo de Dinosaurios de Uberaba, y una ruta de “geositios” destaca lugares como el Valle Encantado, una reserva que protege 38 hectáreas de bosques, cascadas y formaciones rocosas prehistóricas.
Para los más aventureros, varias rutas de senderismo conducen desde fuera de la ciudad directamente a través del Parque Nacional de Serra Geral. Esta región montañosa, que ahora forma parte del geoparque, permite a los excursionistas sumergirse en el ecosistema local.
2. Lagos de Biokovo-Imotski, Croacia
Dos formaciones geológicas distintas y únicas conforman el Geoparque de los Lagos de Biokovo-Imotski en el sur de Croacia.
La primera es la cordillera de Biokovo, a la que se puede acceder a través del popular Parque Natural de Biokovo, que ofrece innumerables atracciones al aire libre, que incluyen paseos educativos por la naturaleza, miradores en montaña e incluso un jardín botánico en el que destaca la flora que se encuentra en estas laderas montañosas costeras.
Allí, el tercer pico más alto del país, el de San Jorge, se eleva 1.762 m sobre el mar.
Las segundas formaciones se pueden encontrar en las impresionantes aguas azules de los cercanos lagos Rojo y Azul en Imotski, un pequeño pueblo de la región.
Ubicado en el fondo del cráter, el lago kárstico más profundo de Europa, el Lago Rojo, recibe su nombre por el color rojizo de los acantilados teñidos de óxido de hierro que lo rodean, mientras que el Lago Azul recibe su nombre por sus aguas increíblemente azules, alimentadas por el deshielo de las montañas circundantes.
Sin embargo, mientras que el Lago Azul es fácilmente accesible para los visitantes interesados en nadar y otras actividades acuáticas, el Lago Rojo es más difícil de alcanzar debido a su ubicación en el fondo de una caverna de 500 m de profundidad.
También hay lugares creados por el hombre para explorar, incluidas varias lápidas medievales y la moderna pasarela de cristal en Ravna Vlaška, una zona del parque con vistas a las ciudades cercanas, las montañas y el mar Adriático.
3. Meteora Pyli, Grecia
El parque de Meteora Pyli, ubicado en la región griega de Tesalia, se anuncia a sí misma como “un viaje a través del espacio, el tiempo y la geología”, y no es de extrañar, ya que muchos de sus sitios parecen combinar a la perfección naturaleza y cultura.
Por ejemplo, los imponentes montes de roca de Meteroa, algunos de los cuales alcanzan hasta 300 m de altura, sirven como base para los monasterios de la época bizantina construidos entre los años 1200 y 1600 d.C.
Aunque este famoso sitio ya había recibido el estatus de Patrimonio Mundial de la Unesco en 1988, la nueva designación de geoparque incluye maravillas geológicas cercanas como las formaciones Tafoni de Kalambaka, conocidas por sus patrones de erosión en forma de panal, y la variada biosfera de las montañas Pindos, una de las favoritas de los excursionistas.
“El visitante puede vivir una experiencia única en nuestra región”, afirmó Eleftherios Avramopoulos, alcalde de Meteora. “Especialmente por las rutas únicas a las rocas sagradas de Meteora y los pueblos escondidos en la rica fauna de las montañas Pindos”.
4. Longyan, China
Considerada el centro de la cultura Hakka de China, la ciudad de Longyan, en la provincia de Fujian, es conocida por sus distintivas casas circulares y sus calles adoquinadas.
El pueblo Hakka que vive en esta zona todavía conserva tradiciones únicas, como el festival You Da Long, en el que los lugareños realizan una danza en una gran formación de dragones, y el festival Zou Gu Shi, un carnaval local que presenta grabados en madera y el uso de ropa tradicional.
Además de la historia cultural y arquitectónica, el geoparque también se extiende al bosque natural que rodea la ciudad, el más denso del oeste de Fujian.
La nueva designación ayudará a proteger las numerosas especies endémicas de plantas y animales que se encuentran aquí, incluido el tejo chino y el tigre del sur de China, todos a la sombra de la montaña Meihuashan, conocida como la “Montaña Madre de la provincia de Fujian”.
5. Archipiélago del sur de Fionia, Dinamarca
El archipiélago del sur de Fionia es un ejemplo de un paisaje de la Edad de ielo “ahogado”, creado por el dramático aumento en los niveles de las aguas hace más de 10.000 años.
A veces llamado “El Jardín de Dinamarca” por su larga historia como sitio agrícola, abarca alrededor de 55 islas e islotes ubicados en algunas de las mejores aguas para navegar del mundo.
Los visitantes pueden saltar de isla en isla a través del archipiélago en velero o bucear para experimentar el ecosistema marino en peligro de extinción. En tierra hay muchas oportunidades para practicar senderismo, explorar y apoyar la red de pequeñas granjas comprando productos locales.
“La Unesco sólo incluye geoparques en la lista después de una cuidadosa consideración y evaluación”, comentó Elsebeth Gerner Nielsen, presidenta de la Comisión Nacional Danesa de la Unesco.
“Si el archipiélago del sur de Fionia ha pasado por el ojo de la aguja, significa que la zona puede iluminarnos tanto sobre el pasado como sobre el futuro. Da esperanza y es un fantástico ejemplo a seguir”, añadió.
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