El analista Oswaldo Moreno, presidente de la Red Latinoamericana de Consultores Políticos, abordó los retos y estrategias de la comunicación del gobierno ecuatoriano bajo el liderazgo del presidente Daniel Noboa. A seis meses de gestión, destacó que la clave para una comunicación efectiva radica en tener una gestión gubernamental tangible y eficaz.

Moreno comenzó señalando que el gobierno de Noboa heredó un país con altos niveles de inseguridad y una serie de problemas estructurales que lo posicionan entre los más complicados de la región. En este contexto, resaltó la diferencia entre la comunicación en campaña y la comunicación en el gobierno, comparando la primera con el noviazgo y la segunda con el matrimonio, donde las promesas deben convertirse en acciones justificadas día a día.

“Es muy complicado analizar efectos sin ver causas. El Ecuador que recibe Noboa es un país con una serie de indicadores que lo sacan de la media regional”, explicó al subrayar que el gobierno tuvo un inicio difícil debido a la falta de un gabinete completo, lo que complicó tanto la gestión como la comunicación.

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Uno de los puntos más importantes abordados por Moreno fue la necesidad de que la comunicación gubernamental esté respaldada por una gestión efectiva. “No puedes simplemente comunicar si no hay un sustento de gestión”, afirmó, destacando que sin resultados concretos en áreas clave como educación y seguridad, la comunicación se percibe como vacía.

El analista reconoció los esfuerzos de la ministra de Comunicación, Irene Vélez, por diversificar las vocerías, lo cual considera un paso positivo. Sin embargo, enfatizó que diversificar la vocería no será suficiente si los ministros no tienen logros tangibles que comunicar. “Puedes tener a los mejores voceros del planeta, pero si no hay sustento de gestión, eso termina siendo humo”, aseveró.

También mencionó que la popularidad del presidente y la percepción de su gestión son indicadores cruciales, especialmente en un contexto donde Noboa podría estar considerando una reelección. Subrayó que, a pesar de algunos esfuerzos visibles en comunicación, como la presencia activa del presidente y la primera dama en eventos públicos, estos deben ir acompañados de resultados concretos para ser efectivos.

“La gente está preocupada por su día a día, quiere seguridad y liquidez económica. Mientras eso no se resuelva y no se pueda comunicar, cualquier estrategia de comunicación será insuficiente”, concluyó.