El presidente Joe Biden está elaborando una orden ejecutiva para abordar el flujo masivo de inmigrantes indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos. Esta medida es crucial para su campaña de reelección en noviembre y se espera que su contenido se defina después de las elecciones en México en junio.

La orden ejecutiva de Biden se enfocará en tres áreas clave:

1. Restringir el acceso por motivos de seguridad.
2. Limitar las solicitudes de asilo.
3. Expulsar de manera obligatoria a los inmigrantes ilegales que se encuentren en territorio estadounidense.

Una encuesta de Gallup realizada en abril mostró que el 27 % de los estadounidenses consideran la inmigración indocumentada como el principal problema del país, superando la preocupación por la economía (17 %) y la inflación (13 %). Esta crisis humanitaria influye en la estrategia de Biden frente a Donald Trump en la carrera presidencial.

Jorge Ortiz: Comportamientos del Gobierno israelí dejan mucho que desear

Biden está a la espera de los resultados de las elecciones en México, donde Claudia Sheinbaum es la principal candidata para suceder a Andrés Manuel López Obrador. Las conversaciones entre la nueva administración mexicana y la Casa Blanca ya han comenzado, lideradas por una experta en relaciones internacionales cercana a Sheinbaum.

A pesar de que Biden avanza en la redacción de la orden ejecutiva, esta no aborda las causas subyacentes de la migración, como la inestabilidad económica, la persecución política y el crimen transnacional en Centroamérica. Según la Oficina de Control de Fronteras y Aduanas de EE. UU., 735,185 inmigrantes ilegales ingresaron al país entre enero y abril de 2024, buscando asilo.

Recientemente, en El Paso, Texas, se llevó a cabo un operativo de expulsión de más de doscientos inmigrantes indocumentados de Guatemala y Honduras. Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., afirmó que aquellos no elegibles para recibir ayuda serían devueltos rápidamente.

La orden ejecutiva también establecerá criterios para rechazar a inmigrantes considerados una amenaza para la seguridad nacional y se basará en la norma 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), que permite al presidente suspender la entrada de extranjeros que considere perjudiciales para los intereses del país.

Biden planea definir el texto de su orden ejecutiva y debatirlo con la futura administración.