El periodista José Luis Calderón, conocido por ser el rostro visible del asalto armado al canal TC Televisión en enero pasado, decidió abandonar el país debido a la falta de apoyo de su empleador y al temor por su seguridad.

Fundamedios, organización dedicada a la observación y estudio de medios, informó que Calderón, quien sufre de estrés postraumático tras el ataque, decidió exiliarse debido a los problemas de salud mental provocados por el incidente. Durante la emisión en vivo de un programa, un grupo de hombres armados irrumpió violentamente en el set de TC Televisión, golpeando a empleados e hiriendo a uno de ellos. Calderón, en un intento por mediar, fue amenazado con explosivos.

A raíz del incidente, Calderón dejó de trabajar debido al miedo e inseguridad, y finalmente fue despedido por “ausencias injustificadas”. Además, había sufrido varios asaltos previos durante sus coberturas en la calle, sin sentir el respaldo necesario del canal.

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La Mesa de Articulación para la Protección de Periodistas (MAPP) y Fundamedios se solidarizaron con Calderón, haciendo un llamado a las autoridades para garantizar un entorno seguro para el ejercicio del periodismo en Ecuador.

El asalto al canal ocurrió un día después de que el presidente Daniel Noboa decretara un estado de excepción ante la creciente violencia en las cárceles. Noboa, quien lleva menos de dos meses en el poder, declaró una situación de “conflicto armado interno” y permitió la intervención de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna del país.

Aunque el estado de excepción concluyó en abril, el Gobierno ha mantenido la intervención militar para enfrentar el conflicto armado interno. Pese a los esfuerzos, Ecuador sigue registrando altos niveles de violencia, incluyendo asesinatos, extorsiones, secuestros y robos, lo que mantiene la percepción de inseguridad entre la población.