La grave crisis humanitaria en Haití está llevando a muchos menores a unirse a bandas criminales en busca de comida, lamentó la ONG Save The Children, tras recibir informes de jóvenes que participan en actos violentos por un plato de comida. Jules Roberto, asesor de alimentación y medios de subsistencia de la organización, destacó que un número creciente de niños, niñas y adolescentes se ve obligado, por desesperación debido al hambre, a recurrir a estructuras criminales para sobrevivir.

“Los menores no acompañados son los más vulnerables al reclutamiento. Una barriga vacía no tiene oídos: buscará comida donde sea posible, incluso si eso implica cometer actos violentos”, expresó Roberto, mientras advertía sobre niveles de hambre sin precedentes en la isla, con la mitad de los menores enfrentando inseguridad alimentaria crítica.

Según datos de la ONU, entre el 30% y el 50% de las bandas criminales en el país reclutan menores, algunos por coacción y otros como consecuencia de la crisis. En los primeros tres meses del año, 82 jóvenes resultaron muertos o heridos en incidentes relacionados con esta violencia, un aumento del 55% respecto al trimestre anterior.

Desde que las bandas criminales tomaron el control en Haití, con casi el 90% de la capital bajo su dominio, el acceso a alimentos se ha vuelto aún más difícil y los precios de la canasta básica han aumentado hasta un 21%. Esto ha llevado a muchas familias a luchar por conseguir una comida al día, y en algunos casos, a recurrir a medidas extremas, como el trabajo sexual para mantener a sus hijos.

“Si no se prioriza y amplía el apoyo en los campos de desplazados, se creará un ambiente propicio para que las bandas atraigan a los niños más vulnerables hacia el reclutamiento”, advirtió Roberto.