Durante el contexto de la consulta popular liderada por el gobierno de Daniel Noboa, persiste la tensión diplomática entre Ecuador y México, desencadenada por el asalto a la Embajada mexicana en Quito en busca de capturar a Jorge Glas.

En una conferencia de prensa matutina el 22 de abril, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, expresó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca “acelerar” la entrega del exvicepresidente correísta. “Estamos haciendo todo el análisis de cómo podemos acelerar que nos entreguen a Jorge Glas y que le den el salvoconducto respectivo”, manifestó Bárcena.

La diplomática informó que el Gobierno mexicano está trabajando para liberar a Glas de la prisión de Guayaquil, donde está confinado desde el 5 de abril tras el asalto a la Embajada. Señaló que han acudido a diversas instancias, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos y la Convención de Caracas, en busca de apoyo para obtener el salvoconducto. Además, mencionó que México ha solicitado ayuda a terceras embajadas, como la de Suiza, y la nunciatura, para interceder ante las autoridades ecuatorianas.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se encuentra enfocada en el juicio ante la Corte Interamericana de Justicia (CIJ) por el asalto a la Embajada mexicana en Quito, con una audiencia programada para el 30 de abril. Bárcena destacó el esfuerzo jurídico para ganar el caso ante la CIJ y mencionó que, hasta el momento, las relaciones diplomáticas con Ecuador siguen rotas, sin ningún contacto con el Gobierno ecuatoriano desde los sucesos.

El 15 de abril, Glas envió una carta a López Obrador solicitando ayuda y denunciando su situación en prisión, donde afirma estar en huelga de hambre y describe como la “peor prisión de Ecuador”.