En una decisión trascendental, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que no renovará una licencia que expirará el jueves, la cual había aliviado significativamente las sanciones petroleras impuestas a Venezuela. Este movimiento responde al incumplimiento del régimen de Nicolás Maduro de ciertos compromisos electorales, lo que ha llevado a la reimposición de medidas punitivas.

La licencia de reemplazo emitida por el Departamento del Tesoro otorga a las empresas un plazo de 45 días para “cerrar” sus negocios y transacciones en el sector de petróleo y gas del país sudamericano. Esta medida llega después de meses de advertencias por parte de Washington, que había amenazado con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera con sus promesas, las cuales condujeron a un alivio parcial de las medidas desde octubre pasado, tras un acuerdo electoral entre el gobierno y la oposición venezolana.

Las sanciones a la industria petrolera de Venezuela fueron inicialmente impuestas por el Gobierno del presidente Donald Trump en 2019, luego de la controvertida victoria electoral de Maduro. Aunque Maduro ha cumplido algunos compromisos bajo el acuerdo del año pasado, otros han sido incumplidos, incluido el permitir que la oposición presente un candidato en su contra en las próximas elecciones presidenciales.

La decisión de Estados Unidos marca un importante paso atrás en la política de compromiso con el Gobierno de Maduro, aunque el Gobierno de Biden no está dando un giro total hacia la campaña de “máxima presión” iniciada por su predecesor, Trump.

Los funcionarios venezolanos han expresado confianza en que pueden resistir las renovadas sanciones petroleras de Estados Unidos. PDVSA, la petrolera estatal venezolana, ha asegurado estar preparada para cualquier escenario y dispuesta a continuar con su producción y comercialización de crudo.