El sector camaronero, a pesar de cerrar el año 2023 como el mayor productor y exportador mundial con ventas por 6.600 millones de dólares, enfrenta desafíos significativos debido a la reciente caída de los precios y la disminución de los mercados disponibles.

Rafael Verduga, presidente de la Asociación de Productores de Larvas de Camarón, señaló que, aunque en Ecuador existen alrededor de 450 laboratorios dedicados a esta actividad, la mitad de ellos operan de manera informal, sin los registros ni permisos necesarios. Verduga enfatizó la importancia de legalizar estas operaciones para garantizar que los procesos se ajusten a las regulaciones internacionales y sean transparentes.

El líder gremial destacó el papel crucial de la tecnología y la investigación en la industria camaronera, ya que han contribuido a mejoras significativas en la productividad. Por ejemplo, en los últimos 12 años, el ritmo de crecimiento de los camarones ha aumentado de 0,7 a 2,5 gramos por semana, lo que representa un avance considerable. Esta mejora, combinada con la calidad mejorada del alimento balanceado, ha permitido reducir costos y tiempos de cosecha de manera significativa.

Verduga también instó al gobierno a promover la electrificación total de las camaroneras como un medio para reducir costos y la contaminación ambiental, al eliminar el uso de generadores a gasolina o diésel.

Además, sugirió que el gobierno emprenda una activa campaña de promoción internacional para diversificar los mercados de exportación y compensar la caída de las ventas en China, que actualmente atraviesa una crisis económica.