El reciente aumento de la violencia en varias provincias del país ha generado preocupación entre expertos en seguridad, quienes advierten sobre señales de amedrentamiento hacia la fuerza pública por parte de grupos irregulares. José Luis Castillo, general del Ejército en servicio pasivo y profesor de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), expresó su opinión al respecto.

A pesar del amplio operativo de seguridad desplegado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas durante el feriado de Semana Santa, los grupos delictivos han llevado a cabo acciones violentas en distintas regiones del país. Entre los incidentes más destacados se encuentran el ataque a dos policías en el cantón Durán (Guayas), la masacre de cinco turistas en Puerto López (Manabí) y un tiroteo en el barrio La Pradera de Manta, donde se reportaron cuatro fallecidos y varios heridos.

La situación se agravó aún más con un atentado en Guasmo Sur, Guayaquil, donde varias personas resultaron muertas y heridas. Según el reporte del ministerio del Interior, el número de víctimas mortales ha aumentado a ocho, con ocho heridos adicionales.

José Luis Castillo destacó la necesidad de mantener una presión constante sobre los grupos delincuenciales, incluso después de que concluya el estado de excepción el 8 de abril de 2024. Advirtió que el fin del estado de excepción no significa el fin del conflicto armado interno y subrayó la importancia de continuar con operaciones sostenibles en el tiempo.

El experto hizo un llamado a las autoridades judiciales y legislativas para estar conscientes de la situación y tomar medidas adecuadas para garantizar la seguridad de la población. Propuso el uso de la Inteligencia Artificial para mejorar la efectividad de las operaciones policiales y militares, y enfatizó la importancia de mantener el control sobre armas, municiones y explosivos.

En este contexto, Castillo instó al presidente de la República a considerar la emisión de disposiciones ejecutivas adicionales para garantizar la continuidad de las operaciones contra los grupos de delincuencia organizada.