El sumo pontífice llevó a cabo el ritual cristiano del lavatorio de pies, pero en esta ocasión lo realizó con 12 mujeres de una institución correccional ubicada en Roma.
Este gesto histórico marcó la primera ocasión en la que un Papa efectuó la ceremonia religiosa exclusivamente a personas del sexo femenino.
A pesar de sus 87 años de edad y enfrentando recientes dificultades de salud y movilidad, el pontífice lideró el evento en la cárcel de Rebibbia, en la capital italiana, realizando el lavado de pies desde su silla de ruedas. Durante la acción, muchas de las mujeres presentes expresaron sus emociones con lágrimas.
Este ritual cristiano se lleva a cabo tradicionalmente el jueves previo a la celebración de la Pascua, con el propósito de emular el gesto de Jesucristo al lavar los pies de sus discípulos en la víspera de su crucifixión. Desde su elección como Papa, Francisco ha trasladado esta ceremonia fuera del ámbito del Vaticano, optando por realizar el lavatorio a prisioneros, refugiados y personas con discapacidad.
A lo largo de los años, el Papa Francisco ha realizado el lavado de pies a mujeres y musulmanes. Sin embargo, este evento representa la primera vez en la que un Papa lleva a cabo el lavado de pies exclusivamente a mujeres durante la ceremonia.
Nadia Fontana, directora de la prisión femenina en Roma donde se efectuó el acto, comentó a CNN en español, que fue la primera ocasión en la que un Papa visitó sus instalaciones, las cuales albergan a 360 mujeres reclusas y un niño.
Durante los primeros años de su papado, Francisco modificó las normativas de la Iglesia para oficialmente incluir a las mujeres en esta ceremonia, enfrentando resistencia por parte de algunos sectores del Vaticano.
Cabe recordar que su predecesor, Benedicto XVI, solía realizar el lavado de pies únicamente a hombres, posteriormente limitándolo a sacerdotes.
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