En la búsqueda continua de una vida más larga y saludable, la ciencia y la sociedad están poniendo su atención en conceptos como la esperanza de vida y el health span. Estos términos, cada vez más relevantes, reflejan la preocupación por no solo vivir más tiempo, sino también vivir esos años con buena salud.

Tim Peterson, director ejecutivo de Healthspan Technologies, startup centrada en el envejecimiento saludable, destacó la importancia de no solo aumentar la esperanza de vida, sino también garantizar una buena salud durante esos años. “Es fantástico vivir hasta los 100 años, pero no tanto si vives los últimos 30 años con mala salud”, señaló Peterson, reflejando una tendencia emergente en el campo de la longevidad.

Datos de la Organización Mundial de la Salud revelan que, aunque la esperanza de vida mundial ha aumentado, la health span se ha quedado rezagada. Esta brecha entre vivir más tiempo y vivir con salud plantea nuevos desafíos y oportunidades en la investigación y el tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad.

En este contexto, la investigadora Cynthia Kenyon, directora del LSI Genomics Institute en Princeton (EE UU), ha contribuido con su trabajo a la comprensión de los mecanismos del envejecimiento y las posibles terapias para combatirlo. En su libro “Cómo envejecemos: la ciencia de la longevidad”, Kenyon describe los últimos avances en el campo y su potencial impacto en la salud humana.

A pesar de estos avances, el desarrollo de tratamientos para abordar el envejecimiento ha sido lento, en parte debido a la falta de reconocimiento oficial del envejecimiento como una enfermedad. Sin embargo, investigadores como Nir Barzilai, del Instituto Einstein para la Investigación del Envejecimiento, están explorando nuevas vías, como el uso de la metformina, un medicamento para la diabetes, que podría tener efectos positivos en la salud y la longevidad.

La metformina, el medicamento más recetado para la diabetes tipo 2, ha surgido como un posible candidato para retardar el envejecimiento y mitigar enfermedades relacionadas con la edad. Estudios han demostrado que no solo ayuda a controlar la diabetes, sino que también puede reducir la mortalidad y mejorar la salud en general en personas con esta enfermedad.

Expertos coinciden en que la metformina es segura y efectiva para la mayoría de las personas, lo que la convierte en una opción prometedora para promover un envejecimiento saludable y prolongar la vida útil. Con décadas de experiencia y una amplia base de evidencia científica, la metformina representa un paso hacia adelante en la búsqueda de una vida más larga y saludable para todos.