En un comunicado emitido este miércoles, la Administración de Joe Biden instó al dictador venezolano, Nicolás Maduro, a permitir la participación de todos los candidatos opositores que así lo deseen en las elecciones programadas para el 28 de julio.

La postura de Estados Unidos responde a la reciente inhabilitación de la principal candidata de la oposición, María Corina Machado, y las dificultades de su partido, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), para registrar a la académica Corina Yoris como su reemplazo.

El Departamento de Estado expresó su “profunda preocupación” por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela de obstaculizar la inscripción de candidatos de partidos democráticos de oposición.

“La aceptación selectiva de candidatos de la oposición por parte del CNE, condicionada a la aprobación de Maduro y sus aliados, va en contra del principio de elecciones competitivas e inclusivas”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

Además, el vocero urgió al régimen de Maduro a permitir la presencia de observadores internacionales, liberar a los presos políticos y poner fin al encarcelamiento de opositores y miembros de la sociedad civil.

“Seguimos unidos con la comunidad internacional para instar a Maduro a que permita elecciones libres y justas para los venezolanos. Cualquier acción que contravenga el Acuerdo de Barbados tendrá consecuencias”, afirmó Miller.

Estados Unidos, que suavizó las sanciones a Venezuela el año pasado bajo la condición de cumplir con el Acuerdo de Barbados, sigue de cerca la situación electoral en el país sudamericano.

La preocupación también fue expresada por los gobiernos aliados de Brasil y Colombia, mientras que la PUD anunció la inscripción provisional de Edmundo González Urrutia como candidato, sujeto a posibles sustituciones a partir del 1 de abril.