El país ha logrado superar los desafíos de los racionamientos eléctricos experimentados en los últimos meses, pero la amenaza de enfrentar nuevamente esta situación se avecina en el horizonte cercano.

Roberto Aspiazu, presidente de la Cámara Nacional de Energía, ha advertido que en un lapso máximo de seis meses, Ecuador podría enfrentar nuevamente un período de estiaje, lo que significaría que las centrales hidroeléctricas, responsables del 85% de la demanda nacional, no podrán generar energía a plena capacidad.

Esta situación conlleva la necesidad de recurrir a la energía térmica, lo cual representa un gran desafío. Las unidades térmicas actuales han sobrepasado su vida útil y presentan daños.

Ante esta urgencia, el gobierno de Daniel Noboa debe tomar medidas inmediatas para adquirir nuevos equipos de generación que puedan cubrir el déficit provocado por la escasez de lluvias en los embalses de las centrales hidroeléctricas.

Según estimaciones, esta inversión requeriría alrededor de 400 millones de dólares para reemplazar el parque obsoleto.

Aspiazu ha destacado que sería catastrófico para el presidente Noboa enfrentar apagones durante su campaña de reelección.

Proyecto de Energía Limpia: En Marcha, pero con Obstáculos

En paralelo, el proyecto de energía limpia, que busca implementar dos parques solares y eólicos en Manabí y Loja, respectivamente, está en proceso de implementación.

Aunque esta iniciativa, gestionada durante el gobierno de Lenin Moreno y firmada durante la administración de Guillermo Lasso, representa una inversión de 1.000 millones de dólares, enfrenta numerosos obstáculos, incluyendo desafíos legales debido a restricciones constitucionales sobre inversiones en sectores estratégicos.

Se espera que este proyecto se materialice en un plazo de 18 a 24 meses, con el respaldo de importantes grupos internacionales que aportan fondos frescos desde el exterior.

Dudas sobre el Aumento de la Producción Petrolera

Aspiazu también ha expresado sus dudas sobre la viabilidad del proyectado incremento en la producción petrolera.

Argumenta que el único campo nuevo, ubicado en el bloque ITT del Parque Yasuní, deberá cerrarse en cumplimiento del fallo de la Consulta Popular del año pasado, la cual considera un fraude.