El primer ministro de Haití, Ariel Henry, aceptó renunciar al cargo después de semanas de creciente presión y aumento de la violencia en la empobrecida nación caribeña.
La decisión se tomó tras una reunión de líderes regionales en Jamaica este lunes, para discutir una transición política en Haití.
Henry se vio forzado a quedarse en Puerto Rico, después de que pandillas armadas impidieran su regreso al país, reseña BBC Mundo.
En un video en el que anunció su dimisión, Henry exhortó a los haitianoss a mantener la calma.
“El gobierno que lidero renunciará inmediatamente después de las instalación de un consejo [de transición]”, declaró Henry.
“Quiero agradecerle al pueblo de Haití por la oportunidad que me ha dado. Le pido a todos los haitianos mantener la calma y hacer todo lo que puedan para que la paz y la estabilidad retornen lo antes posible”.
Henry, que lideró el país supuestamente de forma interina desde julio 2021, tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, repetidamente había pospuesto elecciones, señalando que primero había que restaurar la seguridad.
Muchos haitianos cuestionaron que gobernara el país durante tanto tiempo sin haber sido elegido presidente.
Pandillas fuertemente armadas están en control de las calles de la capital Puerto Príncipe desde hace algunos días, exigiendo la renuncia del designado primer ministro.
Puerto Príncipe y la región que la rodea lleva un mes bajo estado de emergencia, con un toque de queda que se ha extendido.
Matthias Pierre, exministro de elecciones en Haití, reveló la noticia de la renuncia de Henry al programa News Day de la BBC antes de que se confirmara públicamente.
Describió la situación del país como “muy precaria”.
“La policía es débil y más de 40 estaciones de policía están destruidas. El ejército está muy limitado y mal equipado; los miembros de las pandillas ocupan la mayoría del centro [de Puerto Príncipe] y algunas de las sedes gubernamentales”.
“Muy pronto la gente se quedará sin comida, medicina y… apoyo médico”.
Pierre dijo que ahora las pandillas están presionando para formar parte de cualquier acuerdo de poder al que se llegue, añadiendo que dicha negociación política sería imposible sin el “respaldo” de una fuerza armada internacional.
Ariel Henry había viajado a Kenia para firmar un acuerdo para el despliegue de una fuerza internacional de seguridad que ayudara a controlar la violencia cuando una coalición de pandillas atacó las estaciones de policía y asaltaron dos de las principales cárceles de Haití.
El avión en el que viajaba Henry no pudo aterrizar después de ataques sostenidos contra el aeropuerto internacional de Haití.
Su dimisión se había esperado durante varios días. El grupo de naciones caribeñas CARICOM habían dejado en claro que su figura era vista como un impedimento a la estabilidad de Haití y que tendría que hacerse a un lado para que el consejo de transición pudiera empezar.
En Estados Unidos, la Casa Blanca inicialmente quería que Henry regresara a Haití para supervisar el proceso de transición, pero la ferocidad de los enfrentamientos en el país hicieron que Washington cambiara de parecer en días recientes.
Sin el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU. ni de ninguno de los países vecinos, quedó claro que Henry no tenía otra alternativa que renunciar.
Henry ha expresado su deseo de regresar a Haití, pero la situación de seguridad tiene que mejorar antes de que pueda hacerlo, según EE.UU., que asistió a las conversaciones de este lunes en Kingston.
Un alto funcionario estadounidense dijo que Henry primero había tomado la decisión de dimitir el viernes anterior, pero que postergó el anuncio oficial para permitir que las conversaciones tomaran lugar.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se comprometió a entregar US$100 millones más para financiar una esperada fuerza de seguridad de 1.000 soldados de Kenia, respaldada por la ONU .
La contribución propuesta por EE.UU. para la fuerza de seguridad asciende ahora a US$300 millones, tras el anuncio de Blinken, con otros US$33 millones designados para asistencia humanitaria.
Hablando después de la reunión, el presidente del grupo CARICOM y presidente de Guyana, Irfaan Ali, dijo: “Aceptamos su renuncia luego del establecimiento de un consejo presidencial de transición y el nombramiento de un primer ministro interino”.
El presidente Ali señaló que el consejo presidencial de transición tendría dos observadores y siete miembros con derecho a voto, incluyendo representantes de varias coaliciones, el sector privado y la sociedad civil y un líder religioso.
El consejo está ordenado a designar “rápidamente” a un primer ministro interino, indicó, añadiendo que quien aspire a ser candidato en las próximas elecciones de Haití no podrá participar en esa selección.
Se espera que el consejo allane el camino para las primeras elecciones en Haití desde 2016.
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