El papa Francisco, de 87 años, enfrenta nuevamente problemas de salud que le impidieron leer su catecismo durante la audiencia general semanal celebrada al aire libre en la plaza de San Pedro este miércoles.
A pesar de la gélida temperatura, el pontífice se dirigió a los 6,000 fieles reunidos para explicar que, debido a problemas persistentes de movilidad y respiratorios, un asistente leería en su nombre. Francisco expresó: “Queridos hermanos y hermanas, todavía estoy resfriado y no puedo leer bien el catecismo, lo leerá un ayudante mío”.
Este episodio se suma a una serie de desafíos de salud que ha experimentado el Papa en los últimos meses. La semana pasada, Francisco se sometió a pruebas diagnósticas no especificadas después de visitar un hospital, sin que se hayan revelado públicamente los resultados.
En el transcurso del invierno, el Papa ha enfrentado intermitentemente problemas de salud, incluyendo un resfriado, bronquitis y gripe, según informes del Vaticano. El año pasado, se vio obligado a suspender un viaje al Golfo debido a un fuerte ataque de bronquitis infecciosa aguda.
Además, Francisco ha estado lidiando con una fractura en la rodilla y una inflamación de los ligamentos, que desde el año pasado le han llevado a utilizar una silla de ruedas. Aunque ha demostrado movilidad con un bastón o un andador, en la audiencia de hoy, el Papa pareció tener dificultades para subir a su papamóvil y se retiró de la plaza en silla de ruedas.
La salud del Papa argentino, que perdió parte de un pulmón en su juventud debido a una infección respiratoria, ha sido motivo de preocupación en diversas ocasiones. En 2021, se sometió a una cirugía para extirpar un trozo de colon, y el año pasado fue intervenido quirúrgicamente por una hernia abdominal y la extirpación de tejido cicatricial intestinal.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede no ha proporcionado detalles adicionales sobre la condición actual del Papa Francisco.
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