En una fatídica mañana del 22 de febrero del 2024, la avenida Simón Bolívar en El Troje, Quito, fue escenario de un trágico siniestro de tránsito involucrando un tráiler, un taxi y una furgoneta escolar que prestaba servicios a la Empresa Eléctrica Quito. En este lamentable incidente, un niño perdió la vida, marcando una escena dolorosa y recordando la fragilidad de la seguridad vial.

La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) confirmó que el conductor de la furgoneta registró un nivel de alcohol en la sangre de 0.13 gramos, superando el límite máximo permitido de 0.1 gramos por litro. Este trágico suceso destaca la importancia de mantener la sobriedad al volante, especialmente en vehículos de transporte público, donde la tolerancia al consumo de sustancias estupefacientes es cero.

Según las normativas establecidas en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), superar el límite de alcohol en la sangre conlleva la pérdida de 30 puntos en la licencia de conducir y una pena privativa de libertad de 90 días. Sin embargo, este incidente resalta la necesidad de evaluar y fortalecer las medidas de control y prevención para garantizar la seguridad en las vías.

El concejal de Quito, Wilson Merino, subraya la importancia de abordar las principales causas de siniestros viales, como el exceso de velocidad, el no uso de cinturones, la conducción bajo efectos de sustancias y la falta de cascos en motocicletas. En este contexto, Merino destaca la urgencia de aprobar la Ordenanza de Seguridad Vial, presentada con el respaldo de la Coordinación Coalición Movilidad Segura.

El año pasado, según datos de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), el 74,2% de los siniestros de tránsito en el Distrito Metropolitano de Quito ocurrieron en vías urbanas. Además, el exceso de velocidad se mantuvo como la principal causa, representando el 29,3% de los siniestros, seguido por la falta de respeto a las señales de tránsito (18,2%) y la impericia o imprudencia del conductor (17,3%).

Juan Pablo Rosales, de la Asociación de Peatones de Quito, destaca la necesidad de revisar las normativas actuales, señalando que el límite de alcohol permitido en el alcotest es demasiado permisivo según estándares internacionales. La coalición que impulsa, junto con otras organizaciones, un nuevo Reglamento a la Ley de Tránsito, exige modificaciones en las tablas de alcoholemia y la adopción de estándares más rigurosos, siguiendo las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este trágico suceso en la Simón Bolívar sirve como un llamado de atención urgente para reforzar la seguridad vial, implementar medidas preventivas efectivas y fomentar una conducción responsable en las vías de la ciudad.