El presidente ruso Vladimir Putin le regaló al líder norcoreano Kim Jong-un un automóvil de lujo de fabricación rusa.

La limusina fue entregada a los principales asesores de Kim el pasado domingo, según los medios estatales de Pyonyang.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó más tarde el regalo y aseguró que se trataba de un Aurus, un sedán de lujo del tipo que utiliza el propio Putin.

Los dos países, que se encuentran internacionalmente aislados, han forjado estrechas relaciones desde la invasión rusa de Ucrania hace dos años.

Se cree que Corea del Norte está suministrando a Rusia artillería, cohetes y misiles balísticos para la guerra, a pesar de las sanciones internacionales a los dos países. Ambas partes niegan haber violado las sanciones.

Putin recibió a Kim el pasado septiembre en el cosmódromo de Vostochny, en el lejano oriente ruso, en lo que fue su primer viaje al extranjero en cuatro años.

Durante esa visita, el líder norcoreano pudo inspeccionar la limusina Aurus Senat de Putin y fue invitado a sentarse en el asiento trasero. También intercambiaron armas como regalo.

Se cree que Kim Jong-un es un entusiasta de los automóviles y tiene una colección de vehículos extranjeros de lujo.

Los servicios de inteligencia surcoreanos aseguran que cada año Corea del Norte importa productos de lujo por cientos de millones de dólares y se cree que parte de ellos son para el líder y su círculo cercano.

Esto contrasta con la pobreza que sufre la mayor parte de los norcoreanos.

Violación de las sanciones

La hermana de Kim, Yo Jong, aseguró que el “obsequio sirve como una clara demostración de las relaciones personales especiales entre los máximos líderes” de los dos países, según la agencia de noticias estatal norcoreana KCNA.

El ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur denunció que el regalo viola las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte, que prohíben el suministro de ciertas categorías de vehículos, incluidos los de lujo.

Para Steve Rosenberg, corresponsal de la BBC en Moscú, si bien la relación personal de los dos líderes no es muy estrecha -a diferencia de la que existe entre Kim y el expresidente estadounidense Donald Trump-, ambos ven los beneficios de cultivar unos vínculos más cercanos.

Tanto Rusia como Corea del Norte han indicado que Putin visitará Pyonyang en un futuro próximo, viaje que responde al que Kim realizó a Rusia en septiembre.

En aquella visita ambos mandatarios departieron sobre una posible cooperación militar, algo que, según Estados Unidos, ya se ha puesto en marcha.

Washington ha acusado a Corea del Norte de suministrar grandes cantidades de equipamiento militar a Rusia para su uso en Ucrania.

Según denunció el pasado mes de octubre EE.UU, Pyonyang había enviado hasta la fecha cerca de un millar de contenedores de “equipamiento y municiones”.

Moscú necesita armas de manera desesperada, particularmente municiones y bombas de artillería, para la guerra en Ucrania. Pyonyang, por su parte, tiene de las dos en exceso además de una enorme industria de defensa con capacidades de producción a gran escala.

Red de fondos

Por otro lado, una Corea del Norte empobrecida por las sanciones necesita tanto armas como dinero. Después de tres años de cierres de frontera y tras el fracaso de las conversaciones con EE.UU. en 2019, el país ha quedado más aislado que nunca.

Corea del Norte y su líder enfrentan desde hace años duras sanciones impuestas por Naciones Unidas y varios países occidentales por su desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos.

Pero Kim Jong-un está haciendo todo lo posible para evadir estas sanciones, explicó a la BBC Edward Howell, profesor de Política en la Universidad de Oxford y uno de los grandes expertos de la hermética Corea del Norte.

“El país tiene un fondo dedicado a sobornos y diseñado específicamente para que lo utilice el régimen. Kim desea seguir así porque quiere que él y su familia sigan teniendo un estilo de vida de lujo”, indicó.

Hay redes en países en todo el mundo que proporcionan fondos a Corea del Norte, estimó Howell, y existen acusaciones de que el líder también puede obtener fondos de otras maneras ilícitas.

“La gente suele pensar que Corea del Norte es un país aislado que carece de internet. Tiene un internet administrado por el Estado y la guerra cibernética se ha convertido en una estrategia importante: el régimen de Kim piratea sistemas informáticos en otros países para robar dinero y con él administrar su economía y financiar su programa nuclear”, explicó Howell.