Por Melvyn O. Herrera C.
La madre de todo lo existente es la Providencia, salvo quienes no lo conceptúan así por no ser creyentes; considero que también es la madre naturaleza, indiscutiblemente; y ni que decir de lo más sublime de nuestra especie y muchas otras: Madre es quien alberga y da la vida.
Dicho esto destaco lo que califico como una verdadera madre, a la que el modernismo en estos últimos tiempos algo ignora y en algunos casos hasta menosprecia, y que salvo mejores criterios es la única y verdadera madre de todas las ciencias y conocimientos que practicamos y disfrutamos, no siendo otra que la EXPERIENCIA -con mayúsculas- dado que absolutamente todo, sin excepción alguna, todo lo que consta en libros, textos y cuanto medio ha existido y existe para almacenar, transmitir y enseñar los conocimientos, los que calificamos como ciencia, surgen de la Experiencia, la que después es aplicada al vivir y su humano uso.
Previo a esto, el flujo de las ideas, ocurrencias, inspiraciones y hasta las consideradas locuras, es decir las Experiencias, sean buenas y hasta las malas, se almacenaron en diversas herramientas, desde papiros, luego libros y ahora en los muchos medios virtuales, para luego, ya como ciencias, ser estudiadas y enseñadas en las cumbres del conocimiento humano, ahora las universidades y otros entes de ese alto nivel.
Traigo a colación y constructivamente todo lo que precede, porque buena parte de la juventud estudiosa y bien preparada, tanto aquí como en el extranjero, a quienes recientemente bien elegimos para que dirijan este Ecuador del alma, veo y conozco que de alguna forma desdeñan los conocimientos y experiencia de personajes que ahora pintan canas, desaprovechando los buenos resultados que necesitamos con urgencia y que pueden originarse en lo que son esos conocimientos, es decir esas experiencias, especialmente en materia socio-económica-política.
El tratamiento y solución del inmenso déficit fiscal con que se encontró el nuevo gobierno y el enfrentamiento a la narcodelincuencia para dotar de paz y capacidad de producir a quienes habitamos esta patria, es de alguna forma un nuevo escenario que requiere se acuda a lo más nuevo y moderno en técnicas y herramientas, como efectivamente estamos presenciando, pero todo este complejo escenario requiere que los gobernantes y las autoridades designadas usen sus motivaciones -que de seguro son honestas y patrióticas- aplicando sus conocimientos a los que deben unirse la madre de todas las ciencias y conocimientos -ahora en plural- las Experiencias de quienes de alguna forma ya transitaron positivamente en esas funciones, aunque politicamente en esos tiempos hayan sido equivocadamente cuestionados.
Ahora esta patria requiere de la férrea y pronta unión del ímpetu juvenil con la sabiduría que solo la otorga la Experiencia. ¡Por ahora, suficiente, para los buenos entendedores…!
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