A tres meses de la firma del acuerdo entre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y la oposición, que estipula la celebración de elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024, los avances son escasos y la incertidumbre prevalece.

El acuerdo, concebido para establecer un marco regulatorio que garantice comicios libres e independientes con observación internacional y la participación de los más de 7 millones de venezolanos en el exilio, también buscaba desbloquear tensiones entre ambas partes. Sin embargo, la falta de progreso evidente y la ausencia de un cronograma electoral específico del Consejo Nacional Electoral (CNE) generan preocupación.

A pesar de algunos gestos de “buena voluntad” por parte del chavismo, como no boicotear la elección primaria de la oposición el 22 de octubre, el Tribunal Supremo de Justicia anuló posteriormente los resultados. Aunque se acordó revisar las inhabilitaciones políticas de candidatos opositores, la falta de independencia del máximo tribunal genera dudas sobre la justicia en este proceso.

La responsabilidad ahora recae en el CNE, controlado por Maduro, que mantiene un silencio cómplice respecto a la fecha de los comicios. La ausencia de un cronograma, la falta de información sobre las jornadas de actualización del Registro Electoral y la no definición de una fecha para las presidenciales mantienen a la población venezolana en la incertidumbre.

Según la ONG Súmate, al menos 6 millones de venezolanos dentro del país y 4 millones en el extranjero necesitan inscribirse o actualizar sus datos en el Registro Electoral para ejercer su derecho al voto.

La demora del CNE, atribuida por algunos a la organización del referendo no vinculante sobre el territorio Esequibo el 3 de diciembre, persiste y genera preocupación en la oposición. María Corina Machado, candidata única seleccionada en las elecciones primarias de octubre, enfrenta la incertidumbre de su habilitación tras ser inhabilitada por 15 años.

En enero, Maduro expresó dudas sobre su candidatura, enfatizando que la decisión se tomará considerando los intereses de la patria. La oposición, liderada por Juan Guaidó, critica la falta de transparencia y tilda al régimen de “cobarde” por manipular la fecha de los comicios.

Mientras Venezuela enfrenta esta incertidumbre, se espera que otras seis naciones latinoamericanas celebren elecciones en 2024, destacando la necesidad de una resolución rápida en el país caribeño.