El año 2023 se ha convertido en un sombrío hito en la historia de Ecuador, ya que el país experimentó el mayor número de homicidios intencionales registrados, alcanzando la alarmante cifra de 7.300 muertes violentas.
Esta escalada coloca a Ecuador entre los 10 países más violentos del mundo, compartiendo esta desafortunada lista con naciones como Myanmar, Colombia, México, Paraguay, República del Congo, Nigeria, Sudáfrica, Iraq, Afganistán y Líbano.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dirigido su atención hacia Ecuador, destacando un aumento del 470% en los homicidios entre 2016 y 2022. Este incremento se atribuye a la intensificación de la competencia violenta entre bandas rivales de narcotraficantes, según la ONU.
Uno de los eventos más impactantes de este año fue el asesinato de cuatro niños y su madre en Guayaquil. La Policía Nacional indicó que este acto de violencia fue resultado de un error por parte de sicarios, ya que el objetivo original se encontraba en una casa vecina.
La violencia criminal no se ha limitado al narcotráfico, ya que femicidios también han contribuido a estas cifras alarmantes. Hasta noviembre de 2023, 277 mujeres fueron asesinadas en el país.
La Policía Nacional destaca que la mayoría de estos crímenes ocurrieron durante la noche y madrugada, pero casi 2.000 asesinatos tuvieron lugar a plena luz del día.
Extorsiones
Ecuador no solo ha escalado en el ranking de violencia, sino que también figura como el sexto país en extorsiones y cobros ilegales por protección a nivel mundial, según el Índice Global del Crimen Organizado en 2023. Empatando con naciones como Guatemala, Mali, Nigeria, Sudáfrica y Yemen, el país enfrenta desafíos significativos en este frente, con métodos como secuestros y amenazas a negocios que se niegan a pagar.
El narcoturismo también está en aumento, reseña La Hora, con drogas sintéticas como éxtasis y tucibi fomentando esta práctica en provincias como Manabí y Santa Elena.
En respuesta a esta crisis, el Gobierno Nacional ha presentado el Plan Fénix como su estrategia de seguridad, centrado en reformas carcelarias, segmentación de la población penitenciaria, construcción de nuevas cárceles y expulsión de presos extranjeros. El presidente Daniel Noboa anticipa una importante reforma carcelaria en los primeros meses de 2024 y la construcción de nuevas cárceles en lugares estratégicos.
La construcción de estas cárceles, prevé el Gobierno, deberá estar completada en 200 días, con una inversión de $70 millones anuales para garantizar su funcionamiento adecuado. Las negociaciones con grupos internacionales para la construcción de estas instalaciones ya han concluido, según el presidente Noboa.
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