El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el sábado que un alto el fuego en el conflicto entre Israel y Hamas podría implementarse “mañana mismo” si el grupo terrorista palestino libera a los rehenes en su poder.

Las declaraciones de Biden se produjeron durante un acto de recaudación de fondos en las afueras de Seattle, en casa de un antiguo ejecutivo de Microsoft. Esta afirmación contrasta con su postura previa de evitar el tema en tres actos similares el día anterior.

Días atrás, el mandatario estadounidense había advertido que suspendería el suministro de “proyectiles de artillería” y otras armas a Israel en caso de lanzar una gran ofensiva contra la ciudad palestina de Rafah, una postura sin precedentes por parte de Washington.

“Si entran en Rafah, no suministraré las armas que se han utilizado (…) contra las ciudades”, declaró Biden en una entrevista con CNN.

Esta es la primera vez que Biden condiciona públicamente el apoyo militar estadounidense a Israel. El país norteamericano ha sido un aliado clave en Oriente Medio.

Mientras tanto, el Ejército de Israel continuó con los bombardeos en la Franja de Gaza este sábado, y ordenó la evacuación de más barrios en la localidad de Rafah. La ONU advierte sobre una posible catástrofe humanitaria en caso de una operación militar masiva en la zona.

Los bombardeos israelíes se intensificaron en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, mientras que también se registraron ataques en zonas más al norte del territorio palestino. Testigos informaron sobre columnas de humo sobre la ciudad, mientras que la ayuda humanitaria sigue bloqueada desde la entrada de tropas israelíes el lunes pasado.

El portavoz militar israelí, Avichay Adraee, señaló en un mensaje en árabe en la red social X que las áreas afectadas por los bombardeos en Rafah han sido utilizadas por Hamas para actividades terroristas en los últimos días y semanas.