En declaraciones a «Punto de Orden», el viceministro de Seguridad Ciudadana, Lyonel Calderón, ha afirmado que el reciente motín ocurrido en la Cárcel Regional de Guayaquil es una clara respuesta de la delincuencia organizada a las acciones de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
Calderón sostiene que estas revueltas no son más que intentos de desestabilización, dirigidos tanto contra las autoridades como contra la Consulta Popular del 21 de abril. Además, sugiere que podrían estar vinculadas con la intención de obstaculizar el testimonio anticipado de dos implicados en el caso de corrupción conocido como «Metástasis», uno de los más significativos de los últimos años.
En opinión del viceministro, este tipo de acciones, impulsadas por el narcoterrorismo, podrían intensificarse en los próximos días. Sin embargo, destaca que las fuerzas del orden lograron retomar el control de la penitenciaría en un lapso breve.
Calderón subraya la necesidad de reconstruir el tejido social para hacer frente a este tipo de problemas, que alimentan el crecimiento de la delincuencia organizada. Según el funcionario, el reciente repunte delictivo no es obra de la delincuencia común, sino de bandas que buscan financiamiento a través de actividades ilícitas.
En este contexto, destaca el trabajo de la nueva «Fuerza Investigativa contra la Extorsión» (FICE), una unidad de élite de la policía que inició sus operaciones el 18 de marzo. Esta iniciativa cuenta con la asesoría del gobierno italiano, dado que la estrategia de extorsión empleada por estas bandas se conoce en Italia como «extorsión siciliana».
