El Pleno de la Asamblea Nacional conmemoró el Día Internacional de la Mujer, que se recuerda el 8 de marzo de cada año. Con esta oportunidad, se entregaron acuerdos legislativos a más de 25 mujeres, instituciones y organismos que se han destacado en los distintos ámbitos de la sociedad, el activismo y defensa de derechos, así como en el desempeño profesional.
La primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Viviana Veloz recordó que el Día Internacional de la Mujer no es una celebración, sino una conmemoración, es evocar en la memoria la fuerza de los pasos de las mujeres en la lucha por sus derechos, pues la lucha por la igualdad es una tarea de todos los días. “Desde este espacio hemos dictado leyes que contribuyen al mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres, así como alcanzar la equidad e igualdad”, enfatizó.
“Nosotras debemos estar juntas para alcanzar una verdadera igualdad”, dijo, al resaltar el aporte de Matilde Hidalgo de Procel, precursora de los derechos de las mujeres del Ecuador, al ser la primera mujer en haber ejercido el derecho al voto, a pocos meses de cumplir el primer centenario de este hecho trascendental en la vida republicana de nuestro país.
De su lado, Paulo César Gaibor, al exaltar la trascendencia del Día Internacional de la Mujer, saludó a las mujeres de la Función Legislativa, de quienes dijo son custodias de la democracia, con la mirada altiva y con los pies en la tierra. “Ustedes son las que enaltecen la historia, son artífices del trabajo; la mujer legisladora, es como Atenea escribiendo la ley; tenemos mucho que aprender del liderazgo femenino, su fuerza, tenacidad, compromiso, entrega por la lucha y por cristalizar en la práctica los sueños, a través de las leyes”, resaltó.
Entre tanto, Rosa Belén Mayorga, presidenta del Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres, destacó la importancia de compartir este momento con quienes hacen la Función Legislativa y las invitadas e invitados especiales.
Cuánto debemos agradecer a esas mujeres que en medio de la violencia y la tortura o desde el silencio, soportaron las desigualdades y la violencia que esto provoca. Todavía falta mucho por hacer para derrumbar barreras de orden familiar, educativo, económico, social o de cualquiera de los demás espacios de la sociedad. “Mientras haya mujeres violentadas, ni la sumisión, ni el silencio, no son una opción. “Ni una menos”, reiteró.
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