América Latina frente al Desafío del Financiamiento del Terrorismo: La Respuesta del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) de la OEA
En un escenario marcado por la creciente amenaza del terrorismo internacional, con foco en grupos como Hezbollah, Hamas, Jihad Islámica y los Hutíes de Yemen, así como su conexión con el crimen organizado en América Latina, el Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha convocado sus sesiones anuales con un enfoque renovado.
Desde la perspectiva del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, la evolución constante de los métodos de financiamiento del terrorismo ha trascendido fronteras físicas y digitales, exigiendo una respuesta concertada tanto del sector público como del privado. En este sentido, Almagro enfatizó la importancia de la cooperación internacional para interrumpir el flujo de fondos hacia los grupos terroristas y sus asociados.
Argentina, con experiencias traumáticas como los ataques perpetrados por Hezbollah en la década de 1990 y la presencia del Clan Barakat en la Triple Frontera, ejemplifica la complejidad de la amenaza terrorista en América Latina. Estos casos son considerados paradigmáticos por la CICTE en su llamado a una acción más enérgica por parte de la OEA.
En este contexto, los países miembros de la OEA han acordado una posición respecto a la Resolución Ómnibus que se firmará en la próxima Asamblea General en Asunción. Esta posición se fundamenta en la comprensión de que la lucha contra el terrorismo es vital para la democracia, la seguridad pública y el desarrollo regional, así como en la necesidad de profundizar la cooperación y el intercambio de información para enfrentar esta amenaza de manera efectiva.
La propuesta que se presentará en la Asamblea General refleja un cambio de perspectiva geopolítica en la OEA, que reconoce la importancia de la seguridad y la integración para el crecimiento sostenido de América Latina. Además, se plantea la necesidad de establecer mecanismos legales y de cooperación que permitan enfrentar directamente al terrorismo y su conexión con el crimen organizado transnacional.
En un momento en que Irán emerge como un actor clave en el panorama internacional, especialmente en el Medio Oriente, donde utiliza diversas fuentes de ingresos para financiar sus actividades, existe la preocupación de que profundice sus operaciones de financiamiento en América Latina. Por lo tanto, la agenda de seguridad regional adquiere una importancia crucial en la prevención de las actividades terroristas y en la protección de la estabilidad de la región.
