En una declaración contundente, la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, rechazó los rumores de renuncia y acusó al presidente Daniel Noboa de hostigamiento y maltrato, asegurando que existe un plan para destituirla de su cargo.
Durante una entrevista con el diario La Hora, la segunda mandataria afirmó que no abandonará sus funciones y anticipó que, en caso de que Noboa Azín busque la reelección en los comicios del próximo año, ella asumirá el poder por encargo.
“Quieren destituirme a cuenta cabal”, declaró Abad en referencia a las presuntas maniobras en su contra. Actualmente, Abad se encuentra en Israel por disposición presidencial, donde ha mediado en el conflicto entre árabes y judíos.
Según sus palabras, ha sido víctima de “decretos inconstitucionales” destinados a mantenerla en el “destierro”, como ella describe su estancia en Medio Oriente. Además, mencionó que la Cancillería le ha prohibido hacer declaraciones públicas sin autorización y no descarta ser destituida de sus funciones en Israel por no haber logrado la paz.
Abad también señaló la detención de su hijo, Sebastián Barreiro, acusado de tráfico de influencias en la Vicepresidencia, como prueba del hostigamiento que enfrenta. Ella calificó este proceso como “lawfare”, denunciando un abuso de poder por parte de jueces y fiscales.
Sebastián Barreiro estuvo detenido durante 20 días, hasta que fue liberado bajo el pago de una caución de 20.000 dólares.
La vicepresidenta concluyó reafirmando su compromiso con el cargo y denunciando las presuntas prácticas de persecución en su contra y su familia.
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