Indignación en Quito por guardia que impidió ingreso a persona no vidente con perro guía en la Ecovía

Ago 25, 2025

Un episodio de presunta discriminación contra una persona con discapacidad visual generó rechazo ciudadano en Quito y motivó la reacción inmediata de las autoridades municipales. El hecho ocurrió en una de las estaciones de la Ecovía, donde un guardia de seguridad bloqueó el acceso a Andy Díaz, un usuario no vidente que se movilizaba con su perro guía, Kenshi.

La situación fue grabada y difundida en redes sociales, evidenciando el momento en que el guardia le exige “leer las normas” colocadas en la entrada. En el video, Díaz responde con firmeza: “Pero léame las normas, por favor, yo no veo, señor”. La escena desató una ola de críticas hacia la falta de sensibilidad y capacitación del personal encargado de la seguridad en el sistema de transporte.

Ante la difusión de las imágenes, la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito informó que solicitó la desvinculación inmediata del guardia involucrado y aplicó una sanción económica a la empresa de seguridad que lo contrató. Además, anunció que reforzará los programas de sensibilización para el personal operativo, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos condenaron el incidente y recordaron que la legislación ecuatoriana, a través de la Ley Orgánica de Discapacidades y el Código Orgánico Integral Penal, reconoce el derecho de las personas con discapacidad visual a ingresar a cualquier espacio público acompañadas de sus perros guía. Negar ese acceso, advirtieron, constituye un acto de discriminación sancionable.

El Municipio de Quito, por su parte, reiteró su compromiso con la inclusión y recordó que el Código Municipal establece que toda persona con discapacidad acompañada de un perro de asistencia debe ser admitida sin restricciones en medios de transporte, edificaciones y espacios públicos, sin costo adicional ni impedimento alguno.

Este caso ha reabierto el debate sobre las falencias estructurales en la accesibilidad del transporte público capitalino. Si bien existe un plan para adaptar estaciones y unidades con rampas, pisos podotáctiles, señalización sonora y pantallas con lenguaje de señas, colectivos ciudadanos advierten que la implementación avanza lentamente y que la capacitación en derechos humanos para el personal de seguridad sigue siendo insuficiente.

La controversia, que se viralizó en cuestión de horas, deja en evidencia que la inclusión no solo depende de reformas legales o mejoras de infraestructura, sino también de un cambio cultural que garantice el respeto y la dignidad de todas las personas, sin distinción.



Comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Te puede interesar





Lo último