Una frase, mal atribuida a Nicolás Maquiavelo, que fue fiel testigo de lo sucedido esta mañana en la capital ecuatoriana, cuando, cerca al Parque de El Ejido se observaron el rostro de los jueces de la Corte Constitucional que eran el objetivo del Gobierno en su marcha pacífica.

El Gobierno nacional, como un partido político, está en todo su derecho de convocar y hacer marchas pacíficas a fin de defender sus posturas. Pero no es correcto lo que se vio la mañana de ayer, y me refiero a dos temas en particular: el primero, es lo de las fotos de jueces constitucionales; el segundo, es que los servidores públicos asistan participen en esa marcha en horario de trabajo.

Empiezo por el tema de las fotos, no es ni ético, ni correcto que se exhiban las fotos de los 11 jueces de la Corte Constitucional como si fueran prófugos y se los estuviera buscando. Al fin y al cabo, ellos, los jueces, están cumpliendo su trabajo, si lo están haciendo bien o mal, si es del agrado o no del Gobierno de turno, es materia de otro tema y de otras acciones. Todas deben estar ceñidas a las normas vigentes en la Constitución y es obligación de los asesores gubernamentales encontrar una salida legal al tema, pero no exhibir de sus fotos.

Se utilizó un día y horas laborables, se pudo observar en la marcha a personeros del Gobierno, empezando por el mismo presidente de la República y altos funcionarios públicos, lo cual, tampoco es lo correcto, más aún en la situación que vive el país con áreas críticas como la seguridad, la salud pública, la crisis económica y mucho más.

Durante el correísmo, se utilizaron armas similares a lo vivido ayer, como la movilización de ecuatorianos desde otras ciudades. Esto no fue lo correcto en la década robada, como tampoco lo de ayer y más aún cuando el slogan gubernamental es el “Nuevo Ecuador”, pero mantienen políticas del viejo Ecuador.

Que este error del presidente Noboa no se vuelva repetir, los ecuatorianos estamos cansados de las disputas callejeras y aspiramos a tener mejores días, con propuestas diferentes, con válidas y prósperas que beneficien a los 18 millones de ecuatorianos