En medio de una amplia ola de despidos en el sector público, Petroecuador confirmó la desvinculación de 250 trabajadores, como parte de un proceso de “optimización interna” impulsado por el Gobierno para reducir el gasto público. La medida generó rechazo por parte de gremios petroleros, que advierten un grave impacto en la operación técnica de la empresa estatal.
Las agrupaciones Antep (Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de Energía y Petróleo) y Sintep (Sindicato Nacional de Trabajadores de Petroecuador) denunciaron este viernes 26 de julio que el personal despedido incluye geólogos, geofísicos, ingenieros, asistentes, operadores e intendentes, considerados clave para el sostenimiento de la producción, transporte y comercialización de hidrocarburos.
Tanto Antep como Sintep recordaron que, según un estudio de la consultora internacional Arthur D. Little, el sector petrolero ecuatoriano ya enfrentaba un déficit de al menos 1 200 trabajadores desde 2022. Por ello, cuestionan que en lugar de fortalecer el área técnica, se recorte aún más el personal justo cuando el país enfrenta tareas urgentes como la recuperación de infraestructura en el SOTE, OCP y refinerías.
Por su parte, Petroecuador justificó la medida indicando que la decisión se basó en una evaluación de estructura salarial, y que muchos de los puestos eliminados estaban sobrevalorados. Aseguró también que no se ha despedido a personal en situación de vulnerabilidad, y que el objetivo es optimizar recursos sin afectar la operación.
Estos despidos se enmarcan en el anuncio oficial realizado el 24 de julio, cuando el Gobierno informó la eliminación de 5 000 partidas en el sector público, así como la fusión de ministerios y secretarías, en un giro estructural que responde a compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la promesa de achicar el tamaño del Estado.
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