El sentenciado Daniel Salcedo Bonilla reapareció ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional para rendir su versión dentro de una investigación que busca desentrañar presuntas redes de corrupción enquistadas en el sistema público de salud. Acumulando ya cinco sentencias penales por delitos como fraude procesal, peculado, lavado de activos y corrupción, Salcedo deberá cumplir una condena total de 30 años de prisión.

Durante su intervención, Salcedo reveló nuevos y polémicos detalles sobre su cercanía con actores políticos, empresarios y estructuras delictivas, asegurando que su motivación para comparecer no fue una orden judicial, sino “un atentado contra su vida”. “Yo mismo le pedí a mi abogado venir, sé que mi vida corre peligro y quiero que se sepa por qué”, afirmó ante los legisladores.

Entre sus revelaciones más graves, Salcedo confesó que entregó dinero a Javier Jordán, a quien identificó como “su buen amigo”, supuestamente para frenar la filtración de información que comprometía al exasambleísta correísta Ronny Aleaga. Aunque sin presentar pruebas, deslizó que esos recursos habrían terminado financiando campañas vinculadas a la Revolución Ciudadana. Incluso se refirió a un vínculo indirecto con el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, asegurando que “los atentados contra mí son por el cochino dinero… el mismo que se usó para matar a Villavicencio”.

Salcedo describió cómo operaban redes de corrupción en los hospitales públicos, en donde él actuaba como “intermediario” para la venta de insumos médicos a través de negociaciones fraudulentas. Dijo que este esquema estaba integrado por empresarios y políticos como Javier Jordán, Naim Massuh, Ronny Aleaga, Pablo Mendoza y Leonardo Mendoza.

Según su versión, las mafias enquistadas en el sistema de salud habrían puesto precio a su cabeza: USD 300.000. “Hay un dinero muy fuerte financiado desde los hospitales para matarme, tanto adentro como afuera del centro penitenciario”, advirtió, asegurando que su familia también ha sido amenazada.

Estas declaraciones, llenas de acusaciones y amenazas veladas, agregan más tensión a una trama que mezcla corrupción estatal, crimen organizado, narcotráfico y asesinatos por encargo. Salcedo cerró su intervención reiterando su temor por su vida: “Ya intentaron matarme una vez. Lo van a volver a intentar”.