Mayra Salazar, relacionista pública que era parte de las redes criminales del fallecido narcotraficante Leandro Norero y el exasambleísta Pablo M., reapareció con una cuenta oficial de Instagram para contar “su verdad” sobre su papel para conseguir condenas en los casos Metástasis y Purga.

Salazar fue condenada a 15 meses de prisión en un procedimiento abreviado por delincuencia organizada, tras aceptar haber colaborado como intermediaria de  Norero, con el objetivo de captar funcionarios judiciales que ayuden al criminal y su familia, en un proceso por lavado de activos. 

“Como parte de la organización criminal ejercía mi rol desde la Corte Provincial del Guayas sin ser funcionaria judicial. En el período comprendido entre mayo y octubre de 2022, mantuve contacto con el señor Leandro Norero Tigua. Mi rol lo efectué desde el ámbito administrativo armando escenarios idóneos que podían favorecer la impunidad de la organización criminal”, reveló Salazar.

Como testigo protegida de la Fiscalía, Salazar también declaró contra el exasambleísta Pablo M., quien fue condenado en primera instancia a 13 años de prisión por delincuencia organizada, tras ser acusado de liderar una red de corrupción que operaba en la Corte Provincial del Guayas, en donde ella laboraba y operaba. 

Salazar salió de prisión el 14 de marzo de 2025, luego de cumplir 15 meses de prisión y efectuar reparaciones integrales por USD 22.860. Después de obtener su libertad fue trasladada hacia el Aeropuerto Internacional de Quito hacia un destino desconocido. 

En el video publicado en su Instagram, Salazar confirmó que se encuentra fuera del país y que tuvo 10 atentados en su contra mientras estuvo en prisión. 

“No me escondí, no huí, di la cara y asumí las responsabilidades de mis actos“, dijo Salazar, en un mensaje en su nueva cuenta de Instagram. 

La relacionista pública señaló que no pretende justificarse por sus delitos y dijo que colaboró para que la justicia ecuatoriana “ayudé a desarticular a corruptos que jugaban con el poder“. 

También mencionó que ha sido presionada por personas sentenciadas y prófugos a los que denunció, por lo que añadió que contará “su verdad”. 

“Es mi segunda oportunidad, aquí no termina mi historia, empieza mi propósito“, dijo.