Pablo Dávila asumió este miércoles 9 de julio como nuevo Comandante General de la Policía Nacional del Ecuador y lo hizo con un mensaje contundente: depurar la institución y no dar tregua a la corrupción interna. En su primer discurso oficial, advirtió que serán “implacables” con los agentes que traicionen su juramento y colaboren con el crimen organizado.
La ceremonia se realizó en la Escuela Superior de Policía, en Pusuquí, y contó con la presencia del presidente Daniel Noboa, quien respaldó plenamente el nuevo liderazgo. Tanto Noboa como Dávila coincidieron en que la depuración policial es una prioridad para recuperar la confianza ciudadana.
“Seremos implacables con aquellos policías que se han dejado seducir por la corrupción. La Policía Nacional no será refugio de traidores”, sentenció Dávila, en clara alusión a las investigaciones recientes que vinculan a uniformados en servicio activo con redes delictivas organizadas.
El nuevo comandante anunció que su gestión se enfocará en fortalecer la moral institucional, reforzar el trabajo de inteligencia, intervenir zonas controladas por mafias y garantizar condiciones laborales dignas para el personal policial.
Por su parte, Noboa destacó avances en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo durante su mandato: 11 objetivos de alto valor y 80 de nivel medio han sido capturados entre enero y julio de 2025, además de casi 100 toneladas de droga incautadas.
El mensaje del Gobierno y del nuevo mando policial es claro: la depuración interna y la lucha frontal contra el crimen organizado no se detendrán.
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