Gritos, golpes y tensión se vivieron en la cárcel de Turi, en la provincia de Azuay. Internos del centro penitenciario protestaron al enterarse de la suspensión temporal del servicio de entrega de alimentos no perecibles y productos de higiene, lo que generó alarma entre quienes residen cerca del lugar.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) confirmó el hecho e indicó que la suspensión se debió a la implementación de nuevas herramientas tecnológicas para controlar el ingreso de productos a través del sistema de Economatos, que permite a los privados de libertad acceder a insumos mediante compras autorizadas.
La falta de claridad sobre la medida provocó suspicacias y reacciones dentro del penal, pero tras un diálogo con los internos, las autoridades penitenciarias aseguraron que los servicios no serán eliminados, sino que se mantendrán activos mientras se mejora el sistema de control.
“Gracias al manejo adecuado de la situación, se logró restablecer la calma sin alteraciones del orden interno”, indicó el SNAI en un comunicado. Aseguró además que la cárcel se encuentra bajo control y operando con normalidad.
Este episodio ocurre en medio de una serie de movimientos dentro del sistema carcelario del país, incluyendo el reciente traslado de 47 reos desde la prisión de Machala hacia Turi, y tras conocerse nuevas sentencias por el caso ‘Plaga’, que involucra a exfuncionarios de este centro.
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