Hace pocos días, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, presentó la nueva “marca de la ciudad” que se utilizará mientras dure su administración. En cuanto a gustos, bien dice el viejo refrán: “ En gustos y colores, no discuten ni los doctores”. En lo personal, me pareció algo diferente donde se visualiza la palabra QUITO, a través de las vocales y manteniendo los colores azul y grana, así lo explicaron los expertos.
Es una vieja costumbre, cada Alcalde hace su propia marca de ciudad. En los últimos 30 años o más, diría yo, desde Rodrigo Paz, hasta la fecha, cada burgomaestre ha traído su propio slogan y sello. Pabel Muñoz no ha sido la excepción y queda demostrado que esto es una mala costumbre al que no se ha puesto un alto.
Voy más allá, no podemos seguir cambiando íconos y frases de la ciudad cada vez que tenemos un nuevo Alcalde. Creo que es el momento que el actual y futuros alcaldes impongan en el tema de comunicación e imagen un proyecto de Ciudad, que sea apartidista, que busque integrar a los ciudadanos, que sea inclusivo y que su duración sea de 20 años o más. Tal vez, este sea el inicio de una reingeniería que la capital de los ecuatorianos requiere.
Necesitamos tener identidad, desde la nefasta administración de Augusto Barrera, de Alianza PAIS, es decir, correísta, Quito perdió identidad, amor propio, no existe nada que nos identifique y nos una como ciudad, que sea la tradicional sal quiteña, algo que nos vuelva a unir a los más de dos millones de habitantes. Es indispensable aprender todos a ser ALCALDES DE QUITO, que cuidemos de nuestra ciudad, que la mantengamos limpia, que volvamos a ser ciudadanos amables, cordiales y educados con el tráfico y el peatón, que seamos tolerantes con los que piensan diferente. Hay tantas cosas que requerimos para que volvamos a tener amor por Quito, que el Alcalde trate lo macro y los ciudadanos aceptemos la nueva marca de la ciudad, esperando que sea el punto de quiebre para tener un largo y hermoso proyecto ciudad.
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