Este sábado 21 de junio de 2025 arranca en todo el país el Inti Raymi, la tradicional Fiesta del Sol que marca el solsticio de verano y el inicio del nuevo año andino. Aunque el día principal es el sábado, en Ingapirca (Cañar) y otras comunidades, las actividades culturales comienzan desde este viernes 20.
En provincias como Carchi, Imbabura, Pichincha, Chimborazo, Cañar y Loja, miles de personas se reunirán para rendir tributo al Taita Inti (Dios Sol) y a la Pachamama (Madre Tierra). Es un acto de agradecimiento por las cosechas recibidas y una preparación espiritual para el nuevo ciclo.
La fiesta empieza con ceremonias de purificación en ríos, cascadas y lagunas. Los sabios de cada comunidad guían los rituales de baño para limpiar el cuerpo y el alma.
Luego, se comparte la tradicional pampamesa, una ofrenda de alimentos andinos como maíz, papa, melloco, cuy y chicha, que se coloca sobre mantas en el suelo y se reparte entre todos como símbolo de unidad y abundancia.
El corazón del Inti Raymi son las danzas ceremoniales. Los participantes visten trajes coloridos, usan máscaras simbólicas como el Aya Uma y el Diablo Uma, y zapatean al ritmo de bombos, guitarras y flautas en dirección a los cuatro puntos cardinales, en un acto de conexión con lo humano, lo cósmico y lo terrenal.
En lugares como Cochasquí (Pichincha), Otavalo (Imbabura), Cayambe e Ingapirca, también se elige a la Ñusta o “princesa del sol”, se instalan ferias artesanales y se congregan cientos de familias, turistas y visitantes.
Aunque fue prohibida en tiempos coloniales, esta fiesta sobrevivió gracias al sincretismo con rituales católicos. Desde el siglo XX recuperó su nombre original como símbolo de resistencia e identidad indígena.
Hoy, el Inti Raymi no solo es una fiesta cultural, sino un grito vivo de identidad, espiritualidad y comunidad que abre sus puertas a todo el Ecuador y al mundo.
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