El significativo aumento en el precio del verde ha comenzado a impactar tanto en la economía de los hogares ecuatorianos como en la oferta de los comedores populares, que han tenido que adaptar sus menús para no afectar a sus clientes.

En varios mercados de Guayaquil, el precio del racimo de verde supera actualmente los 10 dólares, cuando en semanas anteriores oscilaba entre 5 y 7 dólares. Esta alza se atribuye a factores climáticos, dificultades logísticas en el transporte y afectaciones en la producción agrícola.

El verde, insumo clave en la dieta diaria de muchas familias, es base de platos tradicionales como el bolón, el tigrillo y los patacones. Ante la escalada de precios, numerosas amas de casa han optado por reducir su consumo o sustituirlo por otros productos como la yuca o el arroz.

En comedores populares y pequeños restaurantes, el impacto también ha sido evidente. Algunos han decidido variar sus preparaciones, incluir porciones más pequeñas o reemplazar temporalmente el ingrediente, con el fin de mantener estables los precios de los almuerzos. Otros locales, en cambio, ya han tenido que aumentar ligeramente el costo de sus menús.

Comerciantes y consumidores coinciden en que el aumento es inusual para esta época del año, y temen que la tendencia se mantenga si no hay una respuesta coordinada entre los sectores agrícola y logístico.

Mientras tanto, productores de provincias como Los Ríos y El Oro aseguran que están haciendo esfuerzos por normalizar la distribución, aunque advierten que las recientes lluvias han dificultado la cosecha y transporte del banano verde.

El Ministerio de Agricultura aún no ha emitido un pronunciamiento oficial, aunque se prevé que en los próximos días se analicen medidas para estabilizar el mercado y proteger tanto a los productores como a los consumidores.