La madrugada de este viernes, Israel lanzó una ofensiva aérea contra objetivos estratégicos en Irán, una operación que el primer ministro Benjamín Netanyahu definió como un “acto de defensa existencial” frente a una amenaza nuclear inminente.

“Atacamos el núcleo del programa de armamento nuclear de Irán”, dijo Netanyahu en un mensaje televisado. Confirmó que los objetivos incluyeron la planta de enriquecimiento de Natanz, científicos vinculados al desarrollo de armas nucleares y la infraestructura de misiles balísticos.

La operación fue bautizada como “El león que se alza”, y según el líder israelí, responde a décadas de amenazas contra la existencia de Israel. “Hace 80 años fuimos víctimas de un Holocausto. Hoy, no permitiremos ser víctimas de uno nuclear”, declaró.

Netanyahu aseguró que Irán ha producido suficiente uranio altamente enriquecido como para fabricar hasta nueve bombas nucleares, y advirtió que Teherán podría convertir ese material en armamento “en cuestión de meses, incluso menos de un año”.

También acusó al régimen iraní de planear la producción masiva de misiles balísticos en los próximos tres años, algo que calificó como una “amenaza intolerable”.

Aunque agradeció el respaldo del expresidente estadounidense Donald Trump, la actual administración estadounidense señaló que el ataque fue una acción unilateral de Israel.

“Al defendernos, defendemos también a nuestros vecinos árabes, víctimas del caos sembrado por Irán”, subrayó Netanyahu, al tiempo que envió un mensaje al pueblo iraní: “Nuestra lucha no es contra ustedes, sino contra la dictadura brutal que los oprime desde hace 46 años”.