El Darién se convierte en una trampa mortal para miles de migrantes que aho regresan a Colombia

Jun 6, 2025

Al menos 9.000 migrantes han retornado a Colombia en lo que va de 2025 tras fracasar en su intento de llegar a Estados Unidos. La mayoría cruzó nuevamente la selva del Darién, una de las rutas más peligrosas del mundo, según alertó este 5 de junio la Procuraduría colombiana.

El fenómeno, catalogado como “flujo migratorio inverso”, ha encendido las alarmas por la grave crisis humanitaria que enfrentan estas personas, muchas de las cuales regresan desde Panamá, Costa Rica y México, en condiciones extremas de salud, nutrición y seguridad.

“No podemos permitir esta flagrante violación de los derechos humanos. Estas personas quedaron atrapadas en una trampa mortal”, declaró Néstor Osuna, procurador para los Derechos Humanos.

De ida y vuelta por el infierno del Darién

La Procuraduría denunció la falta de asistencia humanitaria básica y exigió acciones urgentes de las cancillerías de Colombia y Panamá. En 2024, más de 400.000 migrantes cruzaron el Darién, en su mayoría venezolanos. Al menos 174 murieron en la ruta, según la OIM.

Ahora, muchos de esos viajeros están regresando desde el norte del continente, en un dramático retroceso que está dejando nuevas huellas de dolor en zonas como Capurganá, Juradó y Bahía Solano, en el selvático departamento del Chocó.

“Llegan con problemas de salud física, mental y en estado de abandono total. Hay alojamientos ilegales, sin atención estatal y en medio del control de grupos criminales”, denunció Osuna.

Redes criminales y rutas clandestinas

Según la Defensoría del Pueblo, los migrantes están siendo movilizados en embarcaciones hacia Buenaventura por redes ilegales, mientras en tierra enfrentan amenazas de grupos armados como el Clan del Golfo y el ELN.

Este retorno forzado también se vincula con el cierre de estaciones migratorias en Panamá y las nuevas restricciones impuestas por Estados Unidos y Canadá para frenar el flujo migratorio.

Las autoridades colombianas urgen una respuesta inmediata. Mientras tanto, el Tapón del Darién revive su peor cara: la de un corredor sin salida, controlado por mafias, y lleno de historias de desesperanza.



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