Los contagios por tosferina se han disparado en Ecuador. Hasta el 31 de mayo de 2025, el país registra 1.366 casos y 23 fallecidos, de los cuales 16 eran bebés menores de un año, según el Ministerio de Salud.
Apenas a inicios de mayo, el país reportaba 321 contagios, pero en cuestión de semanas las cifras se cuadruplicaron, generando alarma sanitaria, especialmente en Manabí (309 casos), Guayas (258), Pichincha (220) y Azuay (138).
Ante este brote, el Gobierno intensificó la campaña de vacunación e impuso el uso obligatorio de mascarillas por 60 días en escuelas y colegios de cuatro provincias: Manabí, Guayas, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.
La tosferina, una enfermedad bacteriana altamente contagiosa que afecta las vías respiratorias, es especialmente peligrosa en lactantes y niños pequeños. De los casos reportados, 587 corresponden a menores de un año y 226 a niños entre uno y cuatro años.
En Chimborazo, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) declaró la alerta por el aumento de casos. Aunque se suspendieron las clases presenciales por dos meses, esta medida fue revertida y los estudiantes volverán a las aulas este lunes, bajo la condición de usar mascarilla en eventos masivos. Además, si se detectan nuevos contagios en escuelas, los estudiantes hasta tercero de básica pasarán a clases virtuales por diez días.
Pese al impacto, el Ministerio de Salud informa que los contagios han empezado a disminuir en las últimas dos semanas, luego de alcanzar un pico de 278 casos en una sola semana a inicios de mayo. Las autoridades insisten en reforzar la vacunación y mantener medidas preventivas para controlar el brote.
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