El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha acusado a la “mafia albanesa que gobierna Ecuador” de enviar mercenarios para colocar explosivos en su país con el objetivo de sabotear las elecciones legislativas y regionales programadas para el 25 de mayo. Estas declaraciones se produjeron durante una alocución televisada, en la que Maduro afirmó que 38 mercenarios han sido detenidos en relación con este supuesto plan.

Maduro vinculó esta supuesta operación con la reciente visita a Ecuador de Erik Prince, fundador de la empresa de seguridad privada Blackwater. Según el mandatario venezolano, la presencia de Prince en Ecuador sugiere la implicación de “el imperio norteamericano” en estas acciones desestabilizadoras.

En respuesta a estas presuntas amenazas, el gobierno venezolano suspendió todos los vuelos provenientes de Colombia, argumentando la necesidad de prevenir la entrada de individuos vinculados a actividades terroristas.

Estas acusaciones surgen en un contexto de crecientes tensiones políticas y de seguridad en la región, con Ecuador enfrentando desafíos relacionados con el crimen organizado y Venezuela preparándose para sus próximos comicios.