El Ejército ecuatoriano inhabilitó este viernes 16 de mayo dos campamentos de minería ilegal en la frontera con Perú, en un operativo realizado en el sector El Belén, cantón El Pangui, provincia de Zamora Chinchipe. La acción se da apenas una semana después de la emboscada que dejó 11 militares muertos en la Amazonía.
Las Fuerzas Armadas destruyeron tres excavadoras, un motor de succión, dos bombas de agua, una clasificadora y otros implementos utilizados para la extracción ilegal de minerales.
Esta operación forma parte de una ofensiva militar intensificada tras el ataque atribuido a los Comandos de Frontera, disidencias de las FARC, que se disputan territorios estratégicos junto a bandas del crimen organizado.
En medio de una escalada violenta, las mafias vinculadas al narcotráfico han encontrado un nuevo negocio rentable: la minería ilegal, especialmente en zonas fronterizas ricas en oro, como Zamora Chinchipe, Napo y Orellana.
“Estamos en guerra contra estructuras criminales que ahora también controlan enclaves mineros”, ha reiterado el presidente Daniel Noboa desde inicios de 2024.
Además de El Belén, las Fuerzas Armadas han neutralizado doce campamentos más en Alto Punino, zona ubicada entre Orellana y Napo. Allí ocurrió la emboscada que provocó la mayor pérdida militar en décadas.
En ese ataque, además de los 11 uniformados asesinados, murieron al menos tres agresores. Esta semana, el Ejército confirmó la muerte de otro presunto guerrillero y la detención de tres más.
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