En el programa Vera a su manera, el economista Fausto Ortiz, presidente de la Bolsa de Valores de Guayaquil y exministro de Finanzas, junto con el también exministro Mauricio Pozo, coincidieron en la necesidad urgente de establecer una hoja de ruta clara en materia económica para el nuevo periodo gubernamental que se inicia este 24 de mayo.
En un espacio dedicado a analizar qué debe hacer el gobierno en los próximos cuatro años, Ortiz fue enfático: “La deuda pública total al cierre de 2024 fue de 85.264 millones de dólares, de los cuales 20.000 millones corresponden a obligaciones con otros entes públicos como el IESS. A diciembre de 2025, la deuda podría bordear los 90.000 millones de dólares”. En un país con un PIB de 124.000 millones, esa cifra es alarmante.
Mauricio Pozo complementó el diagnóstico: “La inversión pública en el país es ineficiente. Muchas veces se destina a obras que no responden a necesidades reales, y lo más grave es que no hay dinero. El gran reto será crecer incluso sin inversión pública”, advirtió.
Optimismo y señales alentadoras, pero con cautela
A pesar de la crítica situación fiscal, Ortiz destacó algunos indicadores positivos que podrían servir como punto de partida para la recuperación. “Tenemos una inflación de apenas 0,3%, depósitos bancarios récord por encima de los 55.000 millones de dólares, exportaciones no petroleras creciendo más del 20% y reservas internacionales duplicadas”, enumeró. También subrayó que el crédito al sector privado creció un 6,9% en el primer trimestre del año, lo cual representa una leve mejora frente al 6,2% registrado en 2024.
A criterio de Ortiz, lo más urgente para el nuevo gobierno será generar confianza. “El resultado electoral del 13 de abril brinda un horizonte de estabilidad. Esa certeza debe ser aprovechada para que los actores económicos se animen a invertir”, sostuvo. El economista recomendó que el crédito crezca cerca del 15% anual y descartó nuevas reformas tributarias o impuestos temporales: “Eso sería un error. La gente necesita reglas claras y estables”.
La apuesta es inversión, pero no es suficiente
Ambos economistas coincidieron en que la gran apuesta del gobierno de Daniel Noboa debe ser la inversión, especialmente extranjera, como lo ha señalado el propio mandatario. “El presidente ha dicho que si bajamos el riesgo país, podremos emitir bonos, atraer recursos a largo plazo y destinarlos a salud, educación e infraestructura”, recordó Ortiz.
No obstante, Pozo fue cauteloso: “Esto es un proceso largo. La inversión no llega de un día para otro. Mientras tanto, se necesita eficiencia en el gasto público y reordenamiento de prioridades”.
Lo estructural, para después
En el primer episodio de esta serie especial que abordará economía, seguridad, empleo, energía y salud, Vera a su manera dejó planteadas las preguntas clave: ¿cómo sostener un país con una deuda que crece más rápido que su economía? ¿Cómo atraer inversiones sin estabilidad jurídica y seguridad? Y ¿cómo reactivar el aparato productivo sin recursos fiscales?
Las respuestas —coinciden Pozo y Ortiz— deben comenzar con decisiones urgentes que generen certidumbre y confianza. El resto, aseguran, vendrá con tiempo, visión y liderazgo.
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