A menos de tres semanas de la instalación del nuevo periodo legislativo, Ricardo Patiño, una de las figuras más controversiales del correísmo, regresará oficialmente a la política ecuatoriana como asambleísta por el Distrito 1 de Guayas. Su vuelta, sin embargo, no ha estado exenta de tensiones dentro de la Revolución Ciudadana (RC), que ya mostró fisuras durante la precampaña electoral.
Patiño fue inicialmente nominado como precandidato a asambleísta nacional en agosto de 2024, pero su lugar cambió tras la alianza entre RC y el Movimiento RETO. El exministro, que regresó del exilio en México para asumir su candidatura, no tardó en generar controversia: durante la precampaña aseguró que, si Luisa González ganaba la Presidencia, Rafael Correa volvería al país y Jorge Glas sería liberado. Esa afirmación fue rápidamente desmentida por la asambleísta Paola Cabezas, quien insistió en que tales decisiones debían resolverse en la justicia ordinaria.
Estos desencuentros pusieron en evidencia las tensiones internas dentro del bloque correísta, que podrían acentuarse una vez que Patiño asuma su curul. Su cercanía a las corrientes más radicales del Socialismo del Siglo XXI y su influencia dentro del movimiento han generado inquietudes sobre una posible división en la bancada.
En la historia reciente, la Revolución Ciudadana ya ha enfrentado rupturas. En la actual Asamblea, seis legisladores abandonaron el bloque. La situación recuerda también a la desintegración de Alianza PAIS durante el mandato de Rafael Correa, cuando varias figuras se alejaron de la línea oficialista.
En entrevista con la cadena RT, a inicios de abril, Patiño compartió algunas ideas que podrían marcar su paso por el Legislativo. Criticó abiertamente la dolarización, sugiriendo que la confianza en el dólar ha disminuido y que podría ser sustituido por una canasta de monedas. También mostró su respaldo al bloque BRICS como alternativa al orden económico actual, y calificó como “vergonzosa” la presencia militar estadounidense en la región.
Además, cuestionó el rol de la prensa internacional, a la que acusó de ser parte de un sistema de dominación cultural, y abordó junto a Correa el concepto de lawfare, como una herramienta de persecución contra líderes progresistas.
La pregunta ahora es si Patiño logrará consolidar su liderazgo en el bloque o si su postura confrontativa profundizará las fracturas internas. Legisladores como Franklin Samaniego restan importancia a ese riesgo. Pero en los pasillos del Parlamento, la posibilidad de nuevas divisiones ya empieza a comentarse.
Vergonzoso es que un sujeto asilado. Inmerso en delitos de corrupción regresa a servirse de el dinero de el pueblo no a servir al pueblo Ecuatoriano