La preocupación crece en el cantón Taisha, en Morona Santiago, luego de que se reportara la muerte de al menos siete niños de comunidades indígenas durante abril de 2025. Los menores presentaron síntomas alarmantes como fiebre alta, vómito y diarrea con sangre, según relataron sus familiares y habitantes de la zona.
Las comunidades afectadas se encuentran en áreas de muy difícil acceso, donde para llegar se requiere viajar en avioneta o canoa. Esta condición geográfica impidió que los niños pudieran ser trasladados a centros de salud para recibir atención médica oportuna.
Luzmila Abad, asambleísta de Pachakutik por Morona Santiago, aseguró que ha recibido reportes desde el pasado 3 de abril y recordó que en octubre y noviembre de 2024 se presentaron dos muertes similares. La legisladora hizo un llamado urgente al Gobierno para intervenir en las casas de salud rurales, muchas de las cuales —dijo— están en condiciones críticas.
Ante la emergencia, el Ministerio de Salud ha movilizado brigadas médicas hacia las comunidades de Mashuim, Surik Nuevo y Pampangtsa, ubicadas en la selva y habitadas por la nacionalidad achuar. Allí se realiza una intervención epidemiológica para determinar el origen del cuadro clínico que ha cobrado la vida de los menores.
Se espera que en las próximas horas las autoridades sanitarias den a conocer los resultados preliminares de la investigación.
Mientras tanto, el prefecto de Morona Santiago, Tiyua Uyunkar, advirtió que en la vecina provincia de Pastaza también se han registrado casos de personas gravemente enfermas con síntomas similares.
El drama de estas comunidades pone en evidencia una vez más las brechas estructurales en salud pública que afectan a las poblaciones indígenas más aisladas del país.
0 comentarios