Nuestro país está vulnerable, es imprescindible conocer el origen de las manifestaciones que afectan a las diferentes instituciones del estado; desde a la justicia hasta a las carteras del estado y desde la asamblea nacional hasta a la salud y educación.
Origen: existen factores internos y externos; de los internos lo más importante son las “reglas de juego” que son el “caldo de cultivo” para la proliferación y crecimiento de los grupos delictivos nacionales e internacionales. Se trata de una guerra atípica que debe ser enfrentada con elementos nacionales e internacionales.
Pero, si las leyes favorecen a los delincuentes, cualquier intervención resultará insuficiente. Si los jueces y autoridades están siendo manipuladas y sobornadas, todo esfuerzo será inútil.
Es importante empezar a construir la sostenibilidad en las instituciones, empezando a dar respuesta a cinco preguntas claves: ¿Qué futuro queremos? ¿Cuál es nuestro entorno? ¿Quiénes deben participar en su construcción? ¿Qué estrategias se van a usar? y ¿Qué gestiones se deben realizar?
Entre los factores externos, el “cambio de época” que experimenta la humanidad, es parte consustancial del problema, de manera concomitante debe ser considerado y todo cambio que se proponga, guardar la debida correspondencia, no es solo asunto de mirar para dentro.
Volver a la constitución del 98, la cual fue concebida para la época del industrialismo, puede ahorrar mucho tiempo, sin embargo no es la adecuada en la actual época emergente del informacionalismo, la visón del industrialismo bajo los sistemas de ideas mecanicistas de esa época serían un craso error, sean del socialismo, neoliberalismo, o cualquier ismo pasado.
Todos estamos perplejos frente a la inseguridad, que se agrava cuando miramos el escenario internacional de lucha oriente-occidente, con cambios que se dan a tal velocidad que no nos permiten salir del asombro de unos, cuando ya aparecen otros aún más increíbles.
Es hora de dejar de ser reactivos y empezar a ser proactivos, adelantarnos a los hechos, para lo cual es necesario crear métodos, dejar atrás viejas premisas, actuar con una moral y éticas inquebrantables, ser valientes intelectualmente a la hora de tomar decisiones y por supuesto compromiso social con las clases más necesitadas que son las primeras víctimas de esta
vulnerabilidad.
No es suficiente con cambiar el mandatario, pasan los tiempos y pasan los políticos y seguimos preocupados y viviendo sólo en los hechos, un verdadero cambio implica estudiar y controlar las causas.
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