La salud en Ecuador: Un desafío monumental para el segundo mandato

Abr 24, 2025

Por Karina Granja

Daniel Noboa, reelegido presidente de Ecuador para el período 2025-2029, se enfrenta a una crisis de salud pública que exige atención inmediata y soluciones efectivas. La ineficiencia y la limitada capacidad del sistema sanitario, agravadas por años de negligencia y corrupción, plantean retos sustanciales que no pueden ser ignorados.

El impacto de las enfermedades, tanto infecciosas como crónicas, es devastador, no solo a nivel individual, sino también en el funcionamiento del sistema de salud ecuatoriano. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya en 2024 identificó cinco brechas críticas, siendo la principal la falta de integración y fortalecimiento del sistema. A pesar de que la Constitución garantiza el acceso a la salud como un derecho fundamental, la realidad es que el sistema sigue fragmentado y carente de coordinación, dilapidando recursos valiosos.

Aunque las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) muestran que Ecuador cumple con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de tener al menos 23 médicos por cada 10.000 habitantes, existe un déficit alarmante de especialistas en otras áreas cruciales. Esta disparidad impide una atención integral y de calidad.

¿Podrá Noboa, en su segundo mandato, superar estos obstáculos? Expertos advierten que el financiamiento del Sistema Nacional de Salud será el primer gran desafío, marcado por un déficit presupuestario crónico. Sorprendentemente, este tema crucial fue relegado durante la campaña electoral, eclipsado por la preocupación pública por la seguridad.

¿Qué promesas hizo el gobierno?

Durante el debate presidencial, Noboa prometió erradicar la corrupción en el sistema sanitario, especialmente en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), mediante el uso de tecnología y la colaboración con empresas como HealthBird y Google. Sin embargo, la implementación y el impacto real de estas medidas aún están por verse.

Otro desafío apremiante es garantizar el acceso universal a la salud, abordando las desigualdades territoriales con políticas específicas para cada población. Los líderes de los colegios médicos enfatizan la necesidad de fortalecer las direcciones provinciales de salud, ya que conocen las necesidades locales en infraestructura y morbilidad.

Además, el déficit de personal sanitario es crítico. Ecuador tiene solo 15 enfermeros por cada 10.000 habitantes, según datos del INEC de 2020, muy por debajo de la recomendación de la OMS de 23. Esta escasez se traduce en largas esperas para citas médicas y una atención deficiente.

El partido ADN, al que pertenece el presidente reelegido, presentó 16 propuestas para mejorar la salud, incluyendo:

  1. Formación de personal sanitario.
  2. Acceso a medicamentos.
  3. Fortalecimiento de infraestructura y equipamiento.
  4. Reducción de enfermedades crónicas no transmisibles.
  5. Disminución de la desnutrición infantil.
  6. Acceso a salud sexual y reproductiva.
  7. Promoción de la atención primaria.

La implementación de estas propuestas requerirá una inversión presupuestaria significativa para mejorar la infraestructura y adquirir equipos de diagnóstico.

Es crucial que los ciudadanos mantengan una vigilancia activa sobre las acciones del gobierno para asegurar el cumplimiento de estas promesas.

La salud es una prioridad urgente que no puede esperar.

El desafío de construir un Sistema Nacional de Salud robusto y garantizar el acceso universal exige una acción inmediata y decidida por parte del gobierno para los próximos cuatro años.



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