En medio de una reunión de ministros este lunes 21 de abril en la Casa de Nariño, el presidente colombiano Gustavo Petro soltó una frase que sacudió el escenario político y diplomático: “Creo que me quitaron la visa”.

Con su estilo directo y algo irónico, Petro dejó claro que ya no puede ingresar a Estados Unidos. “No tenía necesidad de tener visa, pero bueno. Ya vi al Pato Donald varias veces, entonces me voy a ver otras cosas”, dijo con sarcasmo, sin brindar detalles adicionales.

Sus declaraciones se dieron justo después de referirse a una reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. sobre temas migratorios. Agradeció al Tribunal Supremo norteamericano por —según él— defender la democracia y oponerse a “las tesis jurídicas de Hitler y Mussolini”.

Si se confirma lo dicho por Petro, sería el segundo presidente colombiano en funciones al que EE.UU. le retira la visa. El primero fue Ernesto Samper, en 1996, en medio del escándalo del Proceso 8.000, cuando se acusó que dinero del narcotráfico habría financiado su campaña.

Hasta ahora, ni la embajada estadounidense ni la Cancillería colombiana han emitido un pronunciamiento oficial sobre el tema, pero la frase de Petro ya encendió las alarmas: ¿Se abre un nuevo frente de tensión entre Bogotá y Washington?