El estreno del live action de Blancanieves está siendo recibido con críticas mixtas, poniendo a Disney en una situación difícil. A pesar de ser el remake del primer largometraje animado del estudio, la película ha sido señalada por su falta de originalidad y su moderna reinterpretación del clásico, lo que ha generado controversia, especialmente por la representación de los siete enanos mediante CGI.

Con un presupuesto de 270 millones de dólares, Blancanieves enfrenta desafíos en la taquilla. En su preestreno, la película recaudó 3,5 millones de dólares en Norteamérica, cifra moderada que genera incertidumbre respecto a su desempeño. Además, aunque las actuaciones de Rachel Zegler y Gal Gadot han sido valoradas positivamente, la crítica general ha señalado una animación sobrecargada y una narrativa carente de creatividad.

Disney está tomando medidas para mitigar el impacto negativo, limitando las preguntas de la prensa y promoviendo comentarios positivos en redes sociales. Sin embargo, el futuro financiero del filme sigue siendo incierto, con la necesidad de recaudar entre 428 y 600 millones de dólares para evitar pérdidas significativas.