En la más reciente edición de Vera A Su Manera, se analizó a fondo el esperado debate presidencial entre Daniel Noboa y Luisa González, un encuentro que marcó un antes y un después en la contienda electoral. La confrontación estuvo cargada de momentos tensos, estrategias calculadas y ataques personales que dejaron huella en la percepción ciudadana.
Carlos Jijón, director de La República, fue contundente al declarar que el presidente Noboa fue el ganador de la noche. “Mostró tranquilidad y serenidad frente a una candidata extremadamente agresiva y nerviosa. Ella llegó a niveles personales, mencionando temas familiares y de salud del presidente, cuando pudo centrarse en cuestiones de fondo como el campo Sacha o el decrecimiento económico”, señaló. Jijón destacó que, pese a los ataques, Noboa consiguió que González admita tres puntos claves: no reinstalará la tabla de consumo de drogas, no concederá el salvoconducto a Jorge Glas y reconoció la separación de Ronny Aleaga del movimiento.
Stephanie Macías, estratega de comunicación y especialista en manejo de crisis, analizó el debate desde la perspectiva técnica, señalando que ambos equipos de campaña fueron los verdaderos ganadores por lograr conectar con las emociones del electorado. “Hacía tiempo no veía un debate que abordara temas tan sensibles para la ciudadanía: la percepción de los migrantes venezolanos, la tabla de consumo, la dolarización y la seguridad”, afirmó. Sobre las formas, Macías apuntó que Noboa mantuvo una postura de estadista, firme y serena, mientras que Luisa González apostó por la agresividad y la confrontación directa, una estrategia que podría generar rechazo entre quienes rechazan el conflicto.
Alejandro Zavala, consultor político, coincidió en que el debate profundizó la polarización, pero consideró que la actitud “más aplomada y madura” de Noboa le da una ventaja de cara a la recta final de la campaña. “Pese a los ataques bajos, incluyendo señalamientos hacia la familia del presidente y hasta insinuaciones sobre un antidoping, Noboa mantuvo la calma. Eso al final deja una mejor impresión”, comentó.
En el bloque sobre seguridad, ambos candidatos coincidieron en la necesidad de combatir al crimen organizado, aunque con matices. González propuso fortalecer la inteligencia y el control de fronteras, mientras que Noboa planteó reformas al COIP y cooperación internacional con países como Estados Unidos y España. No obstante, según Jijón, ninguno profundizó sobre el déficit real de la fuerza pública ni sobre cómo alcanzar los estándares internacionales en número de efectivos.
Macías remarcó un detalle interesante: “Si quitabas el sonido al debate, la imagen de Noboa proyectaba calma y liderazgo, mientras que González, con gestos más agitados, rompía la conexión no verbal con la audiencia”. También destacó la intención de ambos por captar el voto femenino, pero advirtió que las acusaciones de González podrían haber generado un efecto adverso.
En conclusión, los panelistas coincidieron en que Daniel Noboa logró salir mejor parado al mantenerse en control y proyectar una imagen de presidente que supo manejar la presión.
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