El derrame de petróleo en el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) ha generado una crisis ambiental y económica en Ecuador, afectando la terminal petrolera de Balao y las exportaciones de crudo. Sin embargo, las versiones sobre el momento exacto de la rotura han sido contradictorias, lo que ha generado dudas sobre la respuesta de las autoridades.
En una entrevista con Ecuavisa, Christian Mora, superintendente del terminal petrolero de Balao, aseguró que la fuga ocurrió a las 05:40 de la mañana del 13 de marzo, mientras que un informe oficial señala que fue a las 21:30 de la noche del mismo día. “Nosotros nos activamos desde las 10 de la noche porque nos enteramos de la emergencia”, indicó Mora, pero luego afirmó que el derrame habría iniciado en la madrugada.
Más de 500 personas, 19 remolcadores, 13 lanchas y aeronaves fueron desplegados para contener el crudo antes de que llegara al mar. A pesar del esfuerzo, las imágenes captadas por pobladores mostraban un geiser de petróleo aún en horas del día, lo que deja en entredicho los tiempos de reacción.
Mora defendió la decisión de reanudar operaciones en el OCP para evitar un colapso económico, aunque reconoció que los cascos de las embarcaciones sí fueron afectados por la contaminación y que Petroecuador se encargará de gestionar los reclamos.
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